movilidad urbana

¿Cómo será el futuro de la movilidad urbana?

Hacia el transporte urbano sostenible

Cada día se producen millones de desplazamientos en las ciudades. El uso excesivo del coche privado en los núcleos urbanos provoca un efecto negativo no solo en el medioambiente, sino también en la salud y la calidad de vida de las personas. 

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¿Qué es la movilidad urbana?

La movilidad urbana es el conjunto de desplazamientos, tanto de personas como de mercancías, que se produce diariamente en los entornos urbanos para acceder a los servicios, equipamientos y oportunidades (laborales o de ocio) que ofrece la ciudad.

La calidad de los modelos de movilidad urbana se mide por la facilidad con que las personas se mueven entre destinos en las ciudades gracias a la red de transportes y a los servicios disponibles.

El Plan Integrado de Energía y Clima 2021-2023 (PNIEC) del gobierno de España establece como objetivo reducir en un 35 % el uso del automóvil en los desplazamientos individuales e impulsar soluciones sostenibles como la electrificación o el uso del hidrógeno renovable y los combustibles renovables. La consecución de este plan podría suponer una reducción de aproximadamente el 23 % de emisiones de gases de efecto invernadero en 2023 con respecto a 1990, pero para alcanzarlo es imprescindible mejorar la eficiencia en todo el sistema de transporte urbano.

Tipos de movilidad urbana en la actualidad

Existen diferentes formas de moverse por los entornos urbanos:

peatones

Peatones

Es el modo de desplazamiento más universal, pero al mismo tiempo más vulnerable. En la última década, el paseo a pie se ha visto desplazado por la pérdida de espacio público para el peatón en favor de las infraestructuras y la circulación a motor. No obstante, los efectos positivos que conlleva esta actividad física, en cuanto a la promoción de hábitos de vida saludable y mejora de la calidad del aire, han impulsado nuevos modelos urbanos como «la ciudad de los 15 minutos», donde los ciudadanos tienen a su disposición todos los servicios esenciales a tan solo un cuarto de hora andando. 

bicicletas

Bicicletas

La bicicleta es un medio de transporte eficiente, no consume ningún tipo de combustible y se puede adquirir a un precio muy razonable. Además, es sostenible, ya que cuando circula por la ciudad no emite gases de efecto invernadero y aligera la congestión del tráfico. Por último, la actividad física que implica su uso mejora la salud de los usuarios y reduce los niveles de estrés.

transporte colectivo

Transportes colectivos

Si lo comparamos con el uso del automóvil privado, el transporte público es más eficiente, reduce emisiones contaminantes, necesita menos espacio y es más económico para el usuario. Sus posibilidades de desarrollo dependen de las características de la ciudad, pero casi todas suelen tener tres modalidades.

  • Por un lado, el autobús, un medio accesible y seguro para distancias cortas. 
  • También el metro, que moviliza un elevado número de viajeros y no sufre los efectos adversos de los atascos o los eventos atmosféricos extremos. 
  • Además, muchas ciudades cuentan con una buena red de ferrocarril, imprescindible para conectar la periferia metropolitana con los centros de interés. 
vehiculo privado

Vehículo privado

El automóvil ejerce una función esencial en la movilidad urbana, por lo que no se trata de penalizar su uso, sino de impulsar una gestión más comprometida con el medioambiente. Para ello deben ponerse en marcha infraestructuras eficientes, como los aparcamientos en la periferia conectados con estaciones intermodales de transporte colectivo, y soluciones sostenibles, como la electrificación, el hidrógeno y los combustibles renovables, entre los que se incluyen los biocombustibles y los combustibles sintéticos

vehiculo compartido carsharing

Vehículo compartido

Hoy día, tenemos dos formas de compartir vehículo.

  • El carpooling (o vehículo compartido) consiste en compartir coche en trayectos de media y larga duración con el fin de maximizar la cantidad de asientos utilizados, disminuir el número de turismos en carretera, reducir las emisiones y descongestionar el tráfico. En este caso, un ejemplo muy visible, es cuando varios compañeros de trabajo comparten coche porque viven cerca. 
  • El carsharing: una nueva forma de transporte compartiendo coche, pero no el suyo propio. Es decir, se basa en el alquiler de coches por un tiempo relativo. Un ejemplo lo encontramos en WiBLE, el servicio de vehículos híbridos enchufables para circular por Madrid y alrededores de Repsol, que potenciará la movilidad sostenible en la ciudad y sus alrededores. 

Objetivos de la movilidad urbana sostenible

El transporte consume una tercera parte de toda la energía final que se utiliza en la Unión Europea. La mayor parte de esta energía se genera a partir de combustibles fósiles, lo que significa que los vehículos son responsables de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, a la hora de proyectar un entorno más sostenible y reducir el impacto de la huella de carbono, actuar sobre la cuestión de la movilidad se ha convertido en un objetivo prioritario: la Unión Europea quiere que en 2050 este sector haya reducido un 90 % las emisiones hasta alcanzar las cifras de 1990. 

En línea con este objetivo, varias ciudades europeas han puesto en marcha lo que se conoce como «plan de movilidad urbana sostenible». Se trata de una guía de transporte urbano sostenible que articula la movilidad en torno a tres ejes: 

El futuro de la movilidad urbana

La progresiva descarbonización del parque automotor, la incorporación de medios de transporte que utilizan energías renovables y los cambios en nuestros hábitos de vida modificarán nuestra forma de comprender la movilidad y de diseñar las ciudades sostenibles

Entre las medidas de transporte urbano sostenible que ya están poniendo en marcha las principales urbes europeas se encuentran la movilidad eléctrica urbana, las hibridaciones y el uso de combustibles renovables. En este sentido, Repsol pondrá en marcha durante el primer semestre del 2023 la primera planta de producción de biocombustibles de España, fabricados a partir de residuos y que proporcionan la creación de combustibles con la reducción de emisiones netas, ya que durante su fabricación el CO2 liberado al usarlo, es igual al CO2 que se ha retirado de la atmosfera por la materia prima utilizada.

La llegada del 5G también será determinante en el futuro de la movilidad y la seguridad vial. El internet de las cosas impulsará la movilidad urbana inteligente, es decir, vehículos que gracias a la tecnología se comunicarán con las infraestructuras y su entorno para ofrecer al conductor información en tiempo real. El desarrollo de esta tecnología permitirá también la implantación de los coches autónomos, que gracias a la inteligencia artificial reducen la siniestralidad y aumentan la eficiencia. 

Conscientes de la importancia de la digitalización en la descarbonización de la movilidad, el Repsol Technology Lab está trabajando en la mejora de la autonomía de las baterías eléctricas. Asimismo, desde los centros de negocio se está impulsando la instalación de puntos de recarga ultrarrápida para los coches eléctricos. 

Si la forma en que nos movemos cambia, la ciudad también lo hará, dando lugar a lo que se conoce como smart cities. Estas ciudades inteligentes se caracterizan por ampliar la oferta de transportes, con soluciones como el carsharing; mantener unas infraestructuras óptimas que favorezcan la posibilidad de moverse de un lugar a otro caminando o en bici; y minimizar los tiempos de viaje gracias al uso del big data. Estas urbes sostenibles del futuro sitúan al ciudadano en el centro de sus políticas, por lo que apuestan también por la creación de zonas de bajas emisiones (ZBE), es decir, áreas en las que se reduce el acceso a los vehículos más contaminantes. Concretamente, en 2023, las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que contar con ZBE.