La progresiva reducción de la huella de carbono del parque automotor, la incorporación de medios de transporte que utilizan energías renovables y los cambios en nuestros hábitos de vida modificarán nuestra forma de comprender la movilidad y de diseñar las ciudades sostenibles.
Entre las medidas de transporte urbano sostenible que ya están poniendo en marcha las principales urbes europeas se encuentran la movilidad eléctrica urbana, las hibridaciones y el uso de combustibles renovables. En este sentido, Repsol ha puesto en marcha la primera planta de producción de biocombustibles de España, fabricados a partir de residuos y que proporcionan la creación de combustibles con la reducción de emisiones netas, ya que durante su fabricación el CO2 liberado al usarlo, es igual al CO2 que se ha retirado de la atmosfera por la materia prima utilizada.
La llegada del 5G también será determinante en el futuro de la movilidad y la seguridad vial. El internet de las cosas impulsará la movilidad urbana inteligente, es decir, vehículos que gracias a la tecnología se comunicarán con las infraestructuras y su entorno para ofrecer al conductor información en tiempo real. El desarrollo de esta tecnología permitirá también la implantación de los coches autónomos, que gracias a la inteligencia artificial reducen la siniestralidad y aumentan la eficiencia.
Si la forma en que nos movemos cambia, la ciudad también lo hará, dando lugar a lo que se conoce como smart cities. Estas ciudades inteligentes se caracterizan por ampliar la oferta de transportes, con soluciones como el carsharing; mantener unas infraestructuras óptimas que favorezcan la posibilidad de moverse de un lugar a otro caminando o en bici; y minimizar los tiempos de viaje gracias al uso del big data. Estas urbes sostenibles del futuro sitúan al ciudadano en el centro de sus políticas, por lo que apuestan también por la creación de zonas de bajas emisiones (ZBE), es decir, áreas en las que se reduce el acceso a los vehículos más contaminantes. Concretamente, en 2023, las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que contar con ZBE.