Gestión del riesgo
Somos una compañía energética global e integrada, y como tal nos encontramos expuestos a riesgos de diferente naturaleza que pueden afectar nuestro desempeño futuro y que debemos mitigar de la forma más efectiva posible.
Principales riesgos
Disponemos de una organización, procedimientos y sistemas que nos permite gestionar de manera razonable los riesgos a los que estamos expuestos, siendo un elemento integral de los procesos de toma de decisión del Grupo, tanto en el ámbito de los órganos de gobierno corporativos como en la gestión de los negocios. A continuación se identifican los principales riesgos del Grupo atendiendo a su importancia económica, reputacional y en personas considerando un horizonte temporal de 5 años:
Sistema de Gestión Integrada de Riesgo (SGIR)
Desde hace años trabajamos en un modelo de gestión integrada de riesgos con el objetivo de anticipar, gestionar y controlar los riesgos con visión de conjunto. El Sistema de Gestión Integrada de Riesgos de Repsol (SGIR) aporta una visión global y fidedigna de todos los riesgos que pueden afectar a la compañía, independientemente de su naturaleza.
El SGIR se basa en la Política de Gestión de Riesgos de Repsol, aprobada por el Consejo de Administración y sus principios se concretan en la Norma de Gestión Integrada de Riesgos. Este modelo de gestión está inspirado en el estándar internacional de referencia ISO31000 y el Modelo de las Tres Líneas de Defensa.
Los principios fundamentales del SGIR son:
Repsol mantiene un perfil de riesgo alineado con una tolerancia al riesgo media-baja, propia de un modelo de negocio de compañía energética global e integrada, presente en toda la cadena de valor mediante el desarrollo de sus actividades de forma diversificada. Este compromiso combina elementos cuantitativos y cualitativos basados en criterios y principios de actuación inherentes a su estrategia, cultura y valores
Desde la alta dirección, el SGIR es visto no sólo como una herramienta para definir la estrategia de la compañía, sino también para mejorar las operaciones y asumir con flexibilidad situaciones críticas saliendo fortalecidos.
Principales riesgos
A continuación se describen los principales riesgos identificados del Grupo Repsol:
Los precios del crudo están sujetos a factores exógenos y por tanto a volatilidad, como consecuencia de fluctuaciones de la oferta y la demanda internacional, impactadas por el entorno geopolítico, influencia de la OPEP, cambios tecnológicos o desastres naturales. En media, el precio del crudo Brent se situó en 2018 en los 71,3 $/bbl, lo que supone un crecimiento del 32% respecto a la media de 2017 (54,2 $/bbl). En media, el precio del gas HH se situó en 2018 en 3,1 $/Mbtu, en línea con los de 2017.
La reducción de los precios del crudo afecta negativamente a la rentabilidad de la actividad de Exploración y Producción (Upstream), a la valoración de sus activos, la capacidad de generar caja y a los planes de inversión. La reducción de la inversión puede repercutir desfavorablemente en la capacidad de Repsol de reponer sus reservas de crudo.
A su vez los precios internacionales de los productos, influidos por el precio del crudo, pueden impactar en los márgenes de los negocios del refino y comerciales del segmento Downstream. Precios elevados de los productos pueden también afectar a su demanda.
La actividad de la industria energética se desarrolla en el contexto de un sector altamente competitivo. Dicha competencia puede intensificarse por diversos factores entre los que se encuentran la entrada de nuevos competidores, cambios en las condiciones del mercado, caducidad de concesiones administrativas, obsolescencia tecnológica o insuficiente diferenciación. El efecto conjunto de estos factores puede afectar a los volúmenes de actividad y a los márgenes.
El Grupo Repsol está expuesto a procedimientos administrativos, judiciales y arbitrales surgidos como consecuencia del desarrollo de su actividad cuyo alcance, contenido o resultado no se puede predecir con exactitud. Para más información de algunos de estos procedimientos véase la Nota 14.2 de las Cuentas Anuales Consolidadas.
La industria energética y la actividad del Grupo está fuertemente regulada. El marco regulatorio vigente afecta a los más diversos aspectos de la actividad del Grupo, como el medio ambiente, la competencia, la fiscalidad, la seguridad industrial o la seguridad lógica, entre otros. Tanto los cambios que puedan introducirse en las normas de aplicación o en su interpretación, como eventuales desvíos en su cumplimiento estricto, incluso en su interpretación, pueden afectar de modo adverso a los negocios, los resultados y la situación financiera del Grupo Repsol.
En particular, los ámbitos regulatorios que generan esta exposición del Grupo incluyen la normativa fiscal y su interpretación, la gran variedad de normas medioambientales y de seguridad (calidad medioambiental de productos, emisiones al aire, cambio climático y eficiencia energética, tecnologías extractivas, vertidos al agua, remediación del suelo y aguas subterráneas, así como generación, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación final de los residuos), la normativa contable y de transparencia y la normativa en materia de protección de datos.
Asimismo, Repsol informa sobre las estimaciones de reservas probadas y no probadas de petróleo y gas que presentan una incertidumbre inherente al proceso de evaluación que está sujeta a juicios y estimaciones (ver Nota 3 de las Cuentas Anuales Consolidadas).
Adicionalmente, Repsol puede verse afectado por la existencia de regímenes de sanciones y embargos comerciales decretados por la UE, sus estados miembros, los EE.UU. u otros países, así como organismos supranacionales como Naciones Unidas, sobre ciertos países y/o compañías o personas radicadas en ellos.
Parte de las actividades de Repsol se llevan a cabo en países que presentan o pueden presentar escenarios de inestabilidad social, política o económica que podrían derivar en situaciones tales como el incremento de impuestos y regalías, el establecimiento de límites de producción y volúmenes para la exportación, renegociaciones obligatorias o anulación de contratos, regulación de precios de los productos, nacionalización, expropiación o confiscación de activos, pérdida de concesiones, cambios en las políticas de los gobiernos, cambios en las costumbres y prácticas comerciales o retraso en los pagos, entre otras.
En concreto Repsol opera en países con especial riesgo geopolítico tales como Venezuela, Libia, Argelia, o en regiones en disputa territorial entre estados como en el mar del sur de China (Vietnam). Para más información véase la Nota 20.3 de las Cuentas Anuales Consolidadas del Grupo.
Los activos industriales y comerciales de Repsol (refinerías, complejos petroquímicos, plantas regasificadoras, centrales de generación de energía eléctrica, bases y almacenes, instalaciones portuarias, ductos, barcos, camiones cisterna, estaciones de servicio…), así como las instalaciones propias de la actividad de E&P (pozos exploratorios o de producción, instalaciones de superficie, plataformas petrolíferas…), tanto en tierra como mar adentro (offshore), están expuestos a accidentes tales como incendios, explosiones, fugas de productos tóxicos, así como incidentes ambientales de gran impacto potencial. Estos accidentes podrían causar muertes y lesiones a los empleados, contratistas, residentes de áreas colindantes y clientes, así como daños a los bienes y activos de Repsol y de terceros.
Repsol está expuesto a impactos por cualquier tipo de daño o interrupción temporal del servicio asociados con accidentes en las operaciones o en los que pudieran estar involucrados vehículos de transporte terrestre, marítimo-fluvial y aéreo de personas o de sustancias.
Repsol desarrolla proyectos de inversión de diverso tipo, tanto en activos físicos como en sistemas. Los proyectos del Grupo, tanto los del Downstream como los de Upstream son en muchos casos complejos por su naturaleza y/o por su tamaño y están expuestos a retrasos en la ejecución y desvíos en los costes inicialmente presupuestados. Destacan por su complejidad y entorno los proyectos de desmantelamiento de plataformas offshore en Noruega y Reino Unido.
Parte de los proyectos y operaciones del Grupo Repsol se llevan a cabo a través de negocios conjuntos y empresas asociadas, donde la capacidad para controlar e influir en el funcionamiento y la gestión de las operaciones, así como para identificar y gestionar los riesgos asociados es limitada.
El Grupo Repsol está expuesto a impactos negativos derivados de la gestión de la organización y de los empleados, que constituyen un activo clave para el Grupo, y que en determinados contextos de negocio puede revelarse inadecuada para la consecución de sus objetivos. Entre los factores desencadenantes de tales impactos cabe destacar aspectos tales como la captación y retención del talento, la estructura organizativa, tanto en términos de diseño como de dimensionamiento, y las relaciones laborales.
El Grupo Repsol está expuesto a potenciales impactos relacionados con fallos o desvíos con respecto a los resultados planificados en actividades de operación y/o mantenimiento de los complejos industriales (refinerías, complejos petroquímicos, plantas regasificadoras,..) o de instalaciones logísticas de transporte de materias primas o productos (gasoductos, oleoductos y poliductos), así como en actividades de explotación de las reservas, entre otros.
Con carácter general, pero especialmente en determinados países donde desarrolla sus actividades, Repsol está expuesto a potenciales impactos derivados de actos de violencia directa que pueden poner en peligro la integridad tanto de los activos la Compañía, ya sean éstos físicos o sistemas, como de las personas vinculadas a ella como consecuencia de acciones de personas o grupos obedientes a cualesquiera intereses, gubernamentales o no, incluyendo, entre otros, actos de terrorismo, delincuencia y piratería.
Cabe destacar las especiales condiciones de seguridad en Libia, donde durante 2018 se han producido paradas intermitentes de la producción de hidrocarburos. Para más información véase la Nota 20.3 de las Cuentas Anuales Consolidadas.
Documentación de interés