Generación X, Y, Z

Dime a cuál perteneces y te diré cómo eres

Millenial, boomer, centenial… Cada generación tiene sus propias señas de identidad, compartiendo ciertos intereses socioculturales que la diferencian del resto.  

Es un hecho que, en la era moderna, la sociedad ha sido testigo de un flujo constante de cambios culturales, tecnológicos y económicos que han moldeado las distintas generaciones de personas. Desde los llamados baby boomer hasta la generación Z, cada grupo demográfico ha desarrollado características únicas que, en cierto modo, son consecuencia del contexto histórico y los avances tecnológicos de su época. 

Las generaciones X, Y y Z representan una diversidad de perspectivas, valores y comportamientos que reflejan el mundo en el que nacieron y crecieron. Pero la distinción entre estas generaciones va más allá de su año de nacimiento y comprende, además, las experiencias compartidas y las influencias culturales que han marcado sus vidas. Desde los valores tradicionales de la generación X hasta la conectividad digital de la generación Z, cada grupo demográfico tiene una identidad única que influye en sus decisiones y aspiraciones.

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¿Qué son las generaciones de personas?

Hablar de millenial, boomer o centenial es algo cada vez más habitual. Pero ¿sabemos qué es lo que nos convierte en miembro de la generación X, Y o Z? La definición de la Real Academia no deja lugar a dudas al respecto del concepto definiéndolo como el “conjunto de personas que, habiendo nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, adoptan una actitud en cierto modo común en el ámbito del pensamiento o de la creación”.  

En la práctica esto supone una naturaleza común basada en algo más que en la fecha de nacimiento. Las generaciones de personas se definen por los patrones de comportamiento, las actitudes y las creencias compartidas que surgen dentro de un grupo demográfico nacido, eso sí, en un período específico de tiempo. Esta diferenciación se realiza para comprender mejor cómo los distintos contextos históricos y los avances culturales han moldeado las experiencias de vida de cada generación. Además, permite analizar cómo estas diferencias generacionales impactan en áreas como el trabajo, la tecnología o la cultura.

Personas recibiendo formación

Características de la generación X (nacidos entre 1965 y 1980)

La generación X, también conocida como la generación post boomer, creció en una era de cambios significativos, como la revolución tecnológica y el ascenso del consumismo. Conocidos por su pragmatismo y su independencia, los miembros de esta generación valoran la estabilidad laboral y la seguridad financiera. A diferencia de las generaciones anteriores, la generación X ha adoptado una actitud más escéptica hacia las instituciones tradicionales, prefiriendo el trabajo autónomo y el equilibrio entre la vida laboral y personal.

Apodada a menudo como la “generación olvidada”, los miembros de la generación X se caracterizan por su adaptabilidad y su habilidad para enfrentar desafíos con resiliencia. En el ámbito laboral, valoran la autonomía pero también la fiabilidad y la estabilidad por lo que se sienten a gusto desarrollando su carrera profesional dentro de una misma compañía. Socialmente, tienden a priorizar las relaciones cercanas y duraderas sobre la cantidad de conexiones superficiales mientras que, en lo económico, buscan estabilidad financiera y seguridad para ellos y sus familias.

Características de la Generación Y o “millennials” (entre 1981 y 1995)

La generación Y, también conocida como millenials, es una generación marcada por la tecnología y la globalización. Son considerados nativos digitales, creciendo en un mundo donde internet y las redes sociales eran parte integral de su vida cotidiana. Esta generación valora la creatividad, la diversidad y la inclusión, buscando profesiones que les permitan marcar la diferencia, ser partícipes del futuro.

Los millennials son conocidos por buscar un equilibrio entre el trabajo y el ocio. Aunque hay quienes los tildan de perezosos o narcisistas, lo cierto es que los miembros de la generación Y prefieren entornos de trabajo colaborativos y flexibles, donde puedan expresar su creatividad y contribuir a proyectos interesantes. Cuidarse o apostar por su formación para desarrollarse profesionalmente -en lugar de invertir en bienes materiales, por ejemplo- forma parte de las señas de identidad de los millenial que, además, muestran interés por las causas sociales y medioambientales, buscando empresas y marcas que compartan sus valores.   

Generación Z o “centennials” (nacidos entre 1996 y 2010)

La generación Z, también conocida como centennials, representa la primera generación completamente inmersa en la era digital. Los centenials han crecido en un mundo caracterizado por la instantaneidad y la interconexión digital. A diferencia de las generaciones anteriores, son expertos en tecnología desde una edad temprana, utilizando dispositivos móviles y redes sociales como herramientas fundamentales para la comunicación y el aprendizaje.

Su espíritu emprendedor y su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos son señas de identidad de la generación Z. En el ámbito laboral, puestos vinculados con el Data Science, la inteligencia artificial o las energías renovables les resultan de lo más atractivos, dado que valoran la innovación y la flexibilidad, buscando oportunidades que les permitan explorar sus intereses y desarrollar sus habilidades. 

Pero hay más. Los centenials también son quienes más valor dan al llamado “salario emocional”, un concepto que, en palabras de Pilar Rojas, responsable de Cultura y Diversidad de Repsol, abarca “todos aquellos beneficios no económicos que satisfacen necesidades personales y la calidad de vida, como la conciliación familiar, el crecimiento profesional o el bienestar físico, emocional o financiero, entre otros”. 

Esas retribuciones no económicas adoptan distintas formas e, incluso, pueden adaptarse a las necesidades e inquietudes de los diferentes perfiles generacionales, gracias, entre otras cosas, a la innovación. En Repsol, por ejemplo, se materializa a través de planes de formación y desarrollo, nuevos modelos de trabajo basados en una política centrada en la conciliación o servicios asistenciales para favorecer el bienestar de los trabajadores. “Hace más de 15 años que implantamos el teletrabajo, algunos de nuestros centros industriales tienen jornada intensiva todo el año y en la sede Campus Repsol, contamos con un punto de recepción de mensajería, gimnasio o una sala de meditación a disposición de los empleados”, repasa la responsable de la compañía. Hablamos, por tanto, de un salario emocional que además de satisfacer las necesidades personales o familiares, también contribuye a mejorar la calidad de vida y mejorar la conciliación.  

El salario emocional son todos aquellos beneficios no económicos que satisfacen necesidades personales y la calidad de vida, como la conciliación familiar, el crecimiento profesional o el bienestar físico, emocional o financiero, entre otros.

Pilar Rojas
Responsable de Cultura y Diversidad

 

 

En definitiva, las generaciones X, Y y Z representan una diversidad de perspectivas y experiencias que reflejan la evolución de la sociedad moderna. Aunque cada generación tiene sus propias características, todas comparten un deseo común de crecimiento personal, desarrollo profesional y contribución al mundo que las rodea. Todas y cada una de ellas tiene algo que aportar, empezando por la diversidad de perspectivas que fomenta la innovación y mejora la capacidad de adaptación a los cambios. Además, la convivencia de profesionales boomer, millenial o centenials facilita el intercambio de conocimientos y experiencias, enriqueciendo el ambiente laboral y fortaleciendo la cultura organizacional.