Varias personas conversando en una oficina

Soft Skills - ¿Qué son y cómo puedes potenciarlas?

Soft Skills o habilidades blandas

Descubre cómo puedes potenciarlas en tu trabajo.

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Las soft skills te permiten destacar en un mundo laboral donde la inteligencia emocional y la habilidad para adaptarse al cambio son igual de cruciales que el conocimiento técnico.

No solo los conocimientos técnicos te hacen ser un buen profesional. Sobre esta premisa se construye la filosofía de las soft skills -también denominadas como human skills o habilidades blandas-: un conjunto de habilidades sociales que permiten a las personas dar lo mejor de sí mismas en el trabajo, más allá de cuáles sean sus objetivos profesionales.

El desarrollo de estas habilidades ha demostrado reportar grandes beneficios, tanto para las personas trabajadoras, como para las propias organizaciones. Por ello, hasta un 92% de las empresas las tienen en cuenta a la hora de contratar a posibles candidatos, priorizando este tipo de habilidades sobre las técnicas, manuales o cognitivas.

Entre las habilidades blandas más solicitadas se encuentran: la capacidad de resolución de problemas, la destreza para gestionar situaciones complejas y las aptitudes comunicativas. Para potenciarlas, solo necesitas tener algo de voluntad, muchas ganas y, por supuesto, seguir leyendo este artículo.

¿Qué son las soft skills o habilidades blandas?

Las soft skills son habilidades subjetivas que abarcan aspectos emocionales, sociales y de comunicación, mejorando las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo.

Las soft skills son un conjunto de habilidades propias del ser humano -por ello es que también son llamadas como human skills-. En el ámbito laboral, sirven para facilitar la integración de una persona en el equipo de trabajo, mejorando así el entorno laboral, la motivación y la productividad (entre otras).

Están relacionadas directamente con el desarrollo de destrezas sociales, como por ejemplo, la colaboración, la comunicación y la empatía. Son capacidades que no se adquieren dentro del ámbito académico o profesional, sino que se desarrollan en el marco de la esfera social del propio individuo, a través de sus vivencias y experiencias.

En contraposición a las soft skills, nos encontramos con las habilidades duras -también denominadas como hard skills-. Mientras que las primeras hacen referencia a las habilidades sociales; las hard skills se identifican con habilidades más técnicas. Es decir, con aquellos conocimientos que se adquieren a través de la formación académica o la experiencia profesional.

Potencia las soft skills más demandadas en el trabajo

Chicos y chicas hablando

Comunicación

Es importante establecer una comunicación sana y fluida con el entorno, que permita crear lazos de confianza entre compañeros, dando lugar a un ambiente de trabajo confortable y agradable. Para conseguirlo, puedes:

  • Cuidar tu comunicación no verbal: Intenta utilizar un tono de voz calmado y pausado. Evita realizar gestos que puedan interpretarse como invasivos o amenazantes.
  • Apostar por la asertividad: Comunica lo que sientes o necesitas de tus compañeros de manera amable y respetuosa. Expresa con claridad lo que quieres comunicar, escogiendo el momento oportuno para hacerlo.
  • Practicar la escucha activa: Presta atención al mensaje que te traslada el interlocutor. Escucha todo lo que tiene que decirte, sin interrumpirle. Puedes realizarle preguntas o reformular algunos enunciados hasta llegar al entendimiento común.
Una persona saltando frente a un muro

Flexibilidad

Los entornos laborales actuales son muy cambiantes. Constantemente debemos hacer frente a imprevistos, actualizar nuestros conocimientos, o ponernos al día con las nuevas tendencias y novedades de nuestro sector. Por eso, ser flexible es tan importante:

  • Intenta ver todo cambio como una oportunidad, no como un problema.
  • Anticípate a posibles imprevistos y crea un plan de acción con diferentes escenarios alternativos.
  • Busca formas de mantenerte actualizado en tu trabajo -webinars, cursos online, revistas especializadas, etc.
Personas dándose la mano encima de una mesa

Colaboración

La mayoría de empresas apuestan por el trabajo en equipo donde, profesionales de distintos sectores, colaboran codo con codo para conseguir un objetivo común. Si quieres mejorarla, puedes empezar por:

  • Siempre que lo necesites, apóyate en tus compañeros. Están ahí para ayudarte (y viceversa).
  • No tengas miedo de expresar tu opinión. Las discrepancias son buenas y son fundamentales para crecer. Comunícate con respeto y, siempre que realices una crítica, procura que sea constructiva.
  • Haz partícipes a tus compañeros de tus procesos de trabajo. Por ejemplo, cuéntales cómo estás abordando un determinado proyecto, o cuál es tu plan de acción.
El rostro de un hombre con luces reflejadas

Pensamiento crítico

El pensamiento crítico es la capacidad de organizar, procesar y analizar información hasta obtener una determinada conclusión. Para promoverlo puedes implementar pequeños cambios en tu día a día:

  • No te quedes con una única fuente: Busca y compara datos. Contrasta información hasta que obtengas tu propia conclusión.
  • Sé proactivo: No esperes que el problema desaparezca por arte de magia. Analiza cuáles son las causas del mismo y propón soluciones.
  • Deja a un lado tus prejuicios: Intenta ser lo más objetivo posible y deja a un lado tus prejuicios personales. Cuestiona toda la información que tienes a tu alcance y determina la opción que, objetivamente, consideres más adecuada.
Dos mujeres conversan en una oficina

Empatía

Esta es una de las soft skills más valoradas en los últimos tiempos y consiste en entender verdaderamente cuál es la situación de otra persona, conocer sus emociones y actuar en consecuencia. Para llegar a ser una persona más empática en el trabajo, algunas de las claves que debes tener en cuenta son:

  • No te limites a “escuchar” a tus compañeros, intenta entenderlos.
  • Sé tolerante con las opiniones de los demás, aunque no las compartas.
  • Intenta comprender cuáles son tus emociones ante una determinada situación y controla su gestión.
  • Olvídate de los prejuicios y no juzgues a nadie.
Una mujer con un rompecabezas en la mano

Resolución de problemas

Es muy probable que durante tu jornada laboral debas hacer frente a multitud de imprevistos o “problemas”. Eso puede provocar que, en algún momento, puedas llegar a colapsar. Evita que esto pase fomentando tu capacidad resolutiva. ¿Cómo?

  • Analiza cuál es el verdadero problema: Identifica cuáles son sus causas, así como sus variables. En ocasiones, “descomponer” o “dividir” el problema en diferentes partes puede ayudarte avisualizarlo mejor.
  • Mantén la mente abierta:  Debes conservar la calma y no anticiparte a nada. Escucha a tus compañeros, recaba otras opiniones y busca posibles soluciones.
  • Adopta una actitud positiva: Que la negatividad no se apodere de ti. Contempla el problema como una oportunidad para aprender y crecer.
  • Lleva a cabo una lluvia de ideas: Esta técnica te resultará muy útil cuando no logres identificar claramente cuál podría ser la solución al problema.

Las habilidades blandas se han convertido en herramientas clave para hacer frente a los constantes cambios y desafíos actuales.

En un mundo en constante evolución como el actual, las soft skills se han convertido en habilidades fundamentales, tanto en el entorno laboral como personal. La capacidad de comunicarse efectivamente, trabajar en equipo, mostrar empatía y adaptabilidad, entre otras, son aspectos clave para destacar en un entorno laboral y social cada vez más diverso y colaborativo.

Empleadas en una oficina conversando frente a un ordenador

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