Refino
Líderes en eficiencia y creación de valor
Contamos con uno de los sistemas de refino más innovadores y eficientes, lo que nos permite transformar el crudo y diversas materias primas alternativas para generar productos de mayor valor y menor intensidad en carbono. La ubicación de nuestros complejos industriales cuenta con una importante ventaja logística, ya que dan salida a los puntos de distribución europeos más importantes: el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Consideramos que la industria es un elemento clave en la generación de empleo y desarrollo económico.
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Cinco de ellos están interconectados y operan como si fuese uno durante las 24 horas los 365 días del año.
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De barriles al día es la capacidad de refino de nuestros complejos industriales.
Transformamos la industria para diseñar la refinería del futuro
La apuesta por la innovación nos permite contar con activos de refino pioneros en tecnología, que los hace más eficientes, seguros y sostenibles. En Repsol vamos a transformar nuestros complejos en hubs multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología.
La innovación y la sostenibilidad, claves para mantener nuestra posición de liderazgo
El negocio Industrial reducirá sus emisiones en más de 2 millones de toneladas de CO2 para el año 2025. Para ello, estamos impulsando diversos proyectos industriales punteros, como son:
El hidrógeno renovable y el de bajas emisiones tienen un papel relevante en la industria, y son fundamentales para avanzar en la descarbonización. En este sentido, Repsol ambiciona ser líder en hidrógeno renovable en la Península Ibérica, con una producción equivalente de 552 MW para 2030.
¿Cómo es el proceso de refino?
Mediante procesos físicos y químicos, transformamos el crudo y otras materias primas en productos de mayor calidad y valor añadido para su comercialización.
Desde el mar o a través de oleoductos llega a nuestros complejos industriales el crudo obtenido en distintos pozos alrededor del mundo. Tras su recepción, son analizados y enviados a distintas zonas de la refinería para su procesamiento.
La primera etapa de procesamiento del crudo consiste en una separación física de los hidrocarburos presentes en el petróleo, en función de sus puntos de ebullición. Para ello se introduce en una columna de destilación donde se aplican temperaturas elevadas. Los componentes más ligeros, como los gases, se concentran en la parte más alta de la columna, mientras que los más pesados, como los lubricantes o el betún, quedan en la parte inferior. Aunque lo más común es pensar en la gasolina o diésel, esto no es lo único que podemos obtener de un barril. Neumáticos, asfaltos, plásticos, envases y un largo etcétera tienen como denominador común que provienen de barriles de petróleo.
Conoce el proceso en detalle a través de la siguiente infografía.
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