Un coche recargando energía eléctrica procedente de paneles solares

Tiempo de lectura: 5 min

¿Qué es el transporte sostenible?

El transporte sostenible es aquel que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía por medio del uso de energías limpias o nuevos combustibles renovables como los biocombustibles. 

El transporte forma parte del día a día de millones de personas y es al mismo tiempo uno de los factores que más influyen en el camino hacia la descarbonización (de hecho, en 2040 se espera que los turismos y vehículos comerciales no generen emisiones). Por ese motivo, es imprescindible replantear la movilidad hacia una más sostenible, existiendo una paleta de soluciones cada vez más amplia, sobre todo en el entorno urbano. 

Sin embargo, la movilidad sostenible no es solo una cuestión que afecta a los desplazamientos dentro de la ciudad, sino que también incumbe al transporte de mercancías, así como al sector marítimo y a la aviación, donde la electrificación es más difícil de conseguir.

Ejemplos de medios de transporte sostenibles

En la actualidad existe una amplia variedad de medios y alternativas de transporte que pueden ser considerados como sostenibles, si bien algunos de ellos todavía están en una fase temprana de desarrollo y su adopción por el gran público llevará algo más de tiempo.

paneles de energía solar fotovoltaica

Los vehículos eléctricos

Los coches eléctricos son una solución excelente de transporte sostenible, sobre todo en ámbitos urbanos. Esto tiene que ver con las características de la circulación en las ciudades, con muchos arranques y paradas, estos vehículos son óptimos. Si la electricidad con la que alimentamos estos vehículos es renovable, se consigue la descarbonización que vamos buscando

Importantes alternativas en la movilidad sostenible para nuestro día a día

La tecnología ofrece un amplio abanico de respuestas. La movilidad eléctrica es solo una de ellas.

En este sentido, Aríztegui apunta que “los vehículos eléctricos son una solución excelente, sobre todo en ámbitos urbanos. Esto tiene que ver con las características de la circulación en las ciudades. Con muchos arranques y paradas, estos vehículos son óptimos. Si la electricidad con la que alimentamos estos vehículos es renovable, se consigue la descarbonización que vamos buscando”. 

Por otra parte, la bicicleta, la moto y el patinete eléctrico o el transporte público sostenible cobran cada vez más protagonismo en generaciones más concienciadas con la sostenibilidad. Iniciativas como el carsharing (o compartir vehículo), son alternativas sostenibles al uso del coche particular, que consiste en un alquiler flexible de vehículos por un corto periodo de tiempo. Recurrir a este servicio ayuda a reducir el tráfico en las ciudades, disminuye la huella de carbono gracias a sus vehículos híbridos 0 emisiones e impulsa la economía circular

detalle de un vehículo eléctrico recargando

Muévete sin límites recargando tu vehículo en casa

Descarbonizar la economía y la movilidad

La movilidad sostenible no es solo una cuestión que afecta a los desplazamientos urbanos, sino que también incumbe al transporte de mercancías, así como al sector marítimo y a la aviación.

En este campo cobran cada vez más relevancia los biocombustibles avanzados, procedentes de materias primas renovables de origen biológico, o los combustibles sintéticos (e-fuels), producidos a partir de CO2 retirado de la atmósfera. 

La aviación, y especialmente los viajes intercontinentales, es uno de los mayores retos para la descarbonización. En este ámbito, las baterías eléctricas no son una opción viable debido a su alto peso porque dificultarían la enorme potencia que el avión necesita para el despegue. Por ello, la alternativa es ir aumentando el porcentaje de bioqueroseno o biojet, fabricado a partir de biomasa. El biojet puede ser de dos tipos: es de primera generación cuando se obtiene a partir de aceites vegetales y avanzado, cuando utiliza como materia prima residuos de la industria agroalimentaria, residuos agrícolas, residuos forestales o la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos. Con él se va reduciendo el uso del queroseno convencional. Nuestros complejos de Puertollano y Tarragona ya han empezado a fabricar este biojet empleado en sendos vuelos Madrid-Punta Cana y Madrid-Bilbao el pasado año. 


Otra alternativa es el hidrógeno renovable, un vector energético que proviene de fuentes renovables y reducen las emisiones de CO2. Se puede utilizar en vehículos de pila de combustible propulsados por esta molécula y también sirve para fabricar combustibles sintéticos. “Tanto este como sus derivados, permiten también almacenar mucha energía en poco volumen, por lo que son muy indicados para necesidades de movilidad de largo recorrido como el transporte de mercancías, el sector marítimo o la aviación”, asegura Ariztegui.

conjunto de aviones repostando combustible

Como conseguir la movilidad sostenible necesita de múltiples soluciones, desde nuestro laboratorio de I+D, el Repsol Technology Lab trabajamos en la creación de alternativas de movilidad sostenible, como nuevos combustibles y lubricantes, que nos permitan hacer compatible el crecimiento del uso del transporte con una mayor sostenibilidad y eficiencia. 

La movilidad urbana no es la misma en todos los lugares y depende de diferentes factores como el tamaño de una ciudad, su densidad de población, incluso la edad de esta. 

Según un estudio presentado por El Observatorio de la Movilidad Metropolitana (OMM), los españoles realizamos una media de entre 2 y 3,6 viajes diarios. Desplazarse al trabajo o a los centros de enseñanza es lo más habitual, y en un 44 % de estos casos se utiliza el vehículo privado (coche o moto). 

“Cada usuario tiene unas necesidades diferentes de movilidad, así que una única solución no puede ser válida para todos en general”, explica nuestro compañero Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad en Repsol Technology Lab.