Etano, propano , butano, pentano y principalmente metano. Estos gases que se formaron hace millones de años, debido a la acumulación bajo tierra de restos vegetales y orgánicos en condiciones de falta de oxígeno y altas temperaturas, forman lo que conocemos como gas natural.
El petróleo sin embargo, se formó a partir de restos de seres vivos (plancton y algas mayoritariamente) que quedaron depositados en los fondos marinos. Factores naturales como el paso del tiempo, el calor, las fuertes presiones y la ausencia de oxígeno, hicieron que esta materia orgánica se descompusiera poco a poco, formando esa sustancia oleosa que hoy conocemos como petróleo. El crudo quedó alojado a gran profundidad en el subsuelo, impregnando rocas porosas que forman los yacimientos.
Tiempo después (en realidad, millones de años después de su formación) el ser humano le empezó a encontrar diferentes utilidades: como combustible, incluso como materia prima de un sinfín de productos derivados.
En el caso del gas el transporte puede realizarse a través de gasoductos subterráneos, manteniendo su estado gaseoso, o a bordo de barcos metaneros, donde se transporta en forma de gas natural licuado (GNL). Esta segunda opción implica un proceso de licuefacción en el punto de origen que se lleva a cabo bajando la temperatura del gas hasta 160 grados bajo cero, lo que reduce su volumen hasta 600 veces. El gas que llega a través de los gasoductos entra directamente a la red de transporte, previo paso por las estaciones de compresión, que elevan su presión para maximizar la capacidad de transporte de los tubos.
Sin embargo, el GNL necesita volver a su estado gaseoso. Las encargadas de hacerlo son las plantas de regasificación, que descargan el gas natural licuado desde los barcos y lo devuelven a su estado natural a través del sistema de vaporización que aumenta su temperatura. Posteriormente se introduce el gas en la red de transporte de alta presión, a su vez conectada con las redes de distribución de presión inferior a 16 bar que son la que traen el gas natural hasta nuestros hogares y negocios. En este proceso tienen un papel fundamental las estaciones de regulación y medida, que además de reducir la presión miden el gas entregado.
En el caso del petróleo, una vez fuera del yacimiento, el crudo es transportado por medio de oleoductos o buques petroleros hasta las refinerías.
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