Contribuimos a la Agenda 2030 de Naciones Unidas
Contribuimos a la Agenda 2030 de Naciones Unidas
A través de los ODS de manera positiva.

ODS 6
ODS 6
Agua limpia y saneamiento.
Los ámbitos más relevantes en los que estamos trabajando son:
Identificación de los riesgos más relevantes (escenarios de abastecimiento no garantizado, impactos por vertido, pérdida de licencia social por uso del agua).
Fomento de la recirculación interna del agua.
Análisis de opciones de fuentes alternativas.
Reducción de la intensidad en el consumo de agua y los impactos en el vertido.
Para facilitar esta labor, contamos con una herramienta propia, la Repsol Water Tool (RWT), que nos permite obtener una visión detallada de la gestión que hacemos de este recurso, así como de los riesgos asociados a cada instalación tanto a nivel interno (los tipos de usos y consumos que se dan a este recurso en los diferentes procesos, el tratamiento y calidad del vertido, etc. ), como externo (disponibilidad, calidad y ecosistemas que son fuentes de captación o cuerpos receptores de vertido, competencia por el recurso hídrico, etc.).
Esta herramienta la desarrollamos en el año 2012 en base a la Local Water Tool (LWT) y la Global Water Tool (GWT), de Global Environmental Management Initiative (GEMI) y el World Business Council For Sustainable Development (WBCSD). En 2018 fue actualizada con el objetivo de mejorar su usabilidad y actualizar algunos aspectos metodológicos.
A partir de sus resultados, nuestros técnicos identifican aspectos a mejorar y diseñan acciones específicas para cada instalación o activo, que se centran en 3 líneas: mejora del conocimiento del entorno y de los usos de agua, gestión eficiente de recursos y mejora de la tecnología para tratar el agua. Los objetivos y acciones incluidos en los planes de acción se diseñan teniendo en cuenta los factores del entorno local así como los propios de la instalación.
Gestión eficiente del agua
Es uno de los principales retos de la sociedad para las próximas décadas, ya que el agua es un elemento esencial para el desarrollo sostenible de la sociedad, que reduce la pobreza, mejora la calidad de vida de las personas e impulsa el crecimiento económico.
1. Búsqueda de fuentes alternativas de agua que aseguren el abastecimiento. En nuestras operaciones de shale gas se optimiza el consumo de agua y se analizan y seleccionan fuentes alternativas al agua dulce superficial tales como aguas subterráneas, aguas residuales, aguas de producción o aguas procedentes del retorno (flowback) aplicando las mejores tecnologías para su tratamiento. En zonas de escasez hídrica y para proyectos de exploración se ha utilizado agua de lluvia como alternativa a las fuentes de agua superficiales.
Asimismo se han adoptado buenas prácticas procedentes de las comunidades locales que nos han enseñado técnicas antiguas de optimización en el uso de este escaso recurso natural en algunas partes del mundo, como por ejemplo en Argelia en el proyecto Reggane. En el complejo industrial de Tarragona se utiliza agua regenerada no fresca procedente de una planta de tratamiento de aguas residuales, reduciendo así su uso de agua fresca.
2. Adaptación de la gestión de agua a los más exigentes estándares internacionales. Los complejos industriales en España y Portugal llevan a cabo permanentemente acciones e inversiones concretas para adaptarse a las mejores prácticas disponibles.
Asimismo, todas nuestras operaciones de E&P cumplen con unos requisitos comunes mínimos internos (EPP: Environmental Performance Practices) independientemente del área geográfica en la que tienen lugar, y que establecen parámetros de vertido para los efluentes sanitarios y el agua de producción, su impacto en el entorno y prohibición de prácticas que puedan derivar en contaminación de suelos y aguas subterráneas.
3. Reducción de la intensidad de uso de agua utilizada por barril procesado o crudo producido. Como vía para conseguir ser más eficientes y competitivos en la generación de nuestros productos. Por ejemplo, en refinerías y plantas químicas hemos adoptado medidas para mejorar la eficiencia en el uso del agua en los procesos de refrigeración y producción de vapor.
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Agua limpia y saneamiento.