Repsol obtuvo un resultado neto de 1.235 millones de euros en el primer semestre de 2021, en el que avanzó en sus objetivos de descarbonización, tal y como establece su Plan Estratégico 2021-2025, y realizó una gestión orientada a la eficiencia. El Plan y las medidas asociadas al mismo permitieron a la compañía captar en sus resultados el inicio de la recuperación de la demanda, todavía por debajo de los niveles de 2019, y la mejora de los precios de las materias primas.
El resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 959 millones de euros, con cifras positivas en todos los segmentos, entre los que destacó Exploración y Producción. En el área Industrial sobresalió el comportamiento del negocio de Química y, en la de Comercial y Renovables, el negocio de Movilidad mejoró sus cifras notablemente tras las restricciones y el confinamiento vividos en España en 2020.
El resultado neto del primer semestre muestra una mejora respecto al obtenido en los seis primeros meses de 2019, el ejercicio previo a la pandemia, cuando se alcanzaron 1.133 millones de euros. El resultado neto ajustado del período (959 millones de euros), que mide específicamente la marcha de los negocios, ya que excluye el efecto contable del valor de los inventarios y los resultados específicos, se aproximó al obtenido entre enero y junio de 2019 (1.115 millones de euros).
La crisis sanitaria continuó marcando de forma negativa a la economía global durante la primera mitad del año, aunque con mejoras respecto al escenario sin precedentes de 2020. En el segundo trimestre se pudieron observar indicios de recuperación en los precios del crudo, que, en el caso del Brent, llegaron a superar los 76 dólares por barril a finales de junio, su nivel máximo desde octubre de 2018. Para el conjunto del semestre, el precio medio del Brent se situó en 65 dólares por barril, frente a los 40 dólares del periodo equivalente de 2020. En cuanto al gas Henry Hub, alcanzó una media de 2,8 dólares por MBtu, frente a los 1,8 dólares del mismo periodo del ejercicio anterior.
La demanda también se incrementó, favorecida por los programas de vacunación. La previsión de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), según su informe del pasado mes de junio, es que la demanda mundial de petróleo regrese a niveles anteriores a la pandemia en el cuarto trimestre de 2022.
Desde los primeros momentos de la crisis sanitaria, además de priorizar su labor como servicio esencial para la sociedad, la compañía estableció una serie de medidas que, junto con la puesta en marcha del Plan Estratégico 2021-2025 y su modelo integrado, le han permitido afrontar con éxito el entorno y obtener el máximo valor posible. Así, Repsol logró entre enero y junio un flujo de caja operativo positivo en todos sus segmentos, que ascendió a un total de 1.932 millones de euros, y un flujo de caja libre, también positivo en todos sus segmentos, que totalizó 955 millones. Ambas magnitudes mejoran a las equivalentes del mismo periodo de 2020, en el que la gestión llevada a cabo por la compañía también permitió que fueran positivas, incluso en uno de los momentos más duros de la pandemia.
Durante el primer semestre de 2021, Repsol consiguió reducir su deuda neta un 6%, 392 millones de euros, hasta situarla en 6.386 millones. La liquidez alcanzó los 9.448 millones de euros, lo que representa 2,20 veces los vencimientos a corto plazo. Adicionalmente, con el objetivo de reforzar su posición financiera, la compañía cerró en marzo una emisión de bonos híbridos por importe de 750 millones de euros y, en mayo, otra de bonos senior de 300 millones, ambas a unos precios muy competitivos. Ante el buen desempeño demostrado por Repsol en los últimos meses, la agencia de calificación crediticia Moody’s mejoró en junio la perspectiva de la compañía, situándola en “estable”.
Para acompañar su proceso de transición energética, Repsol lanzó el 14 de junio una estrategia integral de financiación sostenible, con la que se convirtió en la primera de su sector en el mundo que presenta un marco integral que incorpora tanto instrumentos destinados a la financiación de proyectos específicos (verdes y de transición) como los vinculados a compromisos sostenibles de compañía (Sustainability-Linked Bonds o SLB, en sus siglas en inglés). Este enfoque integral ofrece flexibilidad y transparencia en la emisión de instrumentos financieros, a la vez que incorpora la hoja de ruta de sostenibilidad de la compañía a su estrategia de financiación.
Días después de lanzar este plan integral de financiación sostenible, Repsol cerró la emisión de dos series de Eurobonos ligados a objetivos de sostenibilidad (Sustainability-Linked Bonds) por un importe global de 1.250 millones de euros, con gran acogida por parte del mercado.
Estas herramientas de financiación permitirán a la compañía avanzar en sus ambiciosos objetivos de descarbonización, tal y como está haciendo incluso en el escenario adverso derivado de la crisis del covid-19.
Alineados con los objetivos de descarbonización, Repsol cuenta con 31 proyectos, con una inversión total asociada de 6.359 millones de euros, en el marco de las convocatorias de manifestaciones de interés para los fondos europeos Next Generation llevadas a cabo por el Gobierno. Estos proyectos combinan tecnología, descarbonización y economía circular, creación de empleo de calidad y equilibrio territorial: ocho son de hidrógeno renovable, nueve de economía circular, cuatro de generación renovable y almacenamiento, ocho de energía distribuida y movilidad eléctrica, uno aborda la transformación digital en el ámbito industrial y el último se centra en la transformación de la cadena de valor energética mediante inteligencia artificial y economía del dato.
En lo que se refiere a la retribución al accionista, tras su aprobación por la Junta General del 26 de marzo, la compañía abonó el 7 de julio un dividendo de 0,30 euros brutos/acción en efectivo, con cargo a los beneficios del ejercicio 2020, que se suma a la retribución satisfecha a los accionistas en enero. La Junta también aprobó el reparto, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, de la cantidad de 0,30 euros brutos/acción.
Avances en la transición energética con rentabilidad
En el primer semestre de 2021 los negocios de Repsol tuvieron un comportamiento sólido, en un complicado contexto económico y social que mostró indicios de recuperación que se acercan a niveles previos a la pandemia. En este entorno, la compañía puso en valor sus ventajas competitivas y su modelo de negocio integrado para seguir avanzando en la transición energética con rentabilidad, aportando valor para el Grupo y para la sociedad.
El área de Exploración y Producción alcanzó un resultado de 678 millones de euros entre enero y junio de 2021, frente a las pérdidas de 51 millones registradas en el mismo periodo del ejercicio anterior y a los 646 millones de euros de enero-junio de 2019. La flexibilidad demostrada por este negocio, el foco en la eficiencia, la optimización de las operaciones y la reducción de costes permitieron sacar el mayor partido posible de la subida de los precios medios de los hidrocarburos respecto al mismo periodo de 2020, que fue de un 62% en el caso del crudo Brent y de un 56% en el del gas Henry Hub.
La producción media ascendió a 599.300 barriles equivalentes de petróleo al día. En lo que se refiere a la exploración, la compañía continuó aumentando su exitoso bagaje con un nuevo descubrimiento en Bolivia, en el pozo Boicobo Sur-X-1ST, en el que halló volúmenes de hidrocarburos que constituyen alrededor de 1 TCF de recursos.
Durante el semestre, la compañía firmó la venta de sus activos de Exploración y Producción en Malasia y del bloque 46 CN, en Vietnam. Además, alcanzó un acuerdo y completó la venta de su participación en la joint venture Arog, en Rusia. Ambas operaciones, junto con el cese de la producción de petróleo en España y el fin de la actividad exploratoria en varios países, también llevados a cabo en los primeros seis meses del ejercicio, se enmarcan en el Plan Estratégico 2021-2025, que pone foco en áreas geográficas donde Repsol cuenta con mayores ventajas competitivas, concentrando su presencia en 14 países y priorizando el valor sobre el volumen.
El área Industrial obtuvo un resultado de 239 millones de euros en el primer semestre del año, frente a los 296 millones del mismo periodo de 2020. El área se está viendo afectada por la pandemia y por la transición energética, que va a exigir importantes proyectos e inversiones en los próximos años para alcanzar los objetivos de transformación y descarbonización definidos por Repsol. La compañía continuó trabajando en este sentido en sus complejos industriales, que llevaron a cabo paradas para adecuar sus operaciones en un entorno de bajos márgenes, que lastraron al negocio de Refino.
Por su parte, el negocio de Química vivió una situación opuesta, con un desempeño excelente impulsado por una sólida demanda y unos fuertes márgenes internacionales, que llegaron a tocar máximos históricos en el segundo trimestre del año. El negocio continuó su apuesta por una química eficiente, con productos de menor huella de carbono, alto valor añadido y orientados a la economía circular. En este sentido, reforzó su gama de materiales avanzados para impresión 3D, desarrolló nuevos materiales circulares y soluciones para la industria alimentaria, y presentó relevantes inversiones en proyectos del ámbito químico.
La compañía anunció el 18 de marzo la construcción en Puertollano de la primera planta de España de reciclado químico de espuma de poliuretano, componente principal de colchones, sofás y asientos para vehículos, entre otros usos. Tendrá capacidad para procesar unas 2.000 toneladas anuales de espuma de poliuretano, el equivalente a 380 kilómetros lineales de colchones. El 27 de abril, Repsol se unió al proyecto para la instalación de la Ecoplanta Molecular Recycling Solutions, una nueva factoría que procesará unas 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos no reciclables para producir alrededor de 220.000 toneladas de metanol al año y que se construirá en Tarragona.
Además, tras el cierre del semestre, el 9 de julio, la compañía anunció el proyecto de ampliación de su complejo industrial de Sines (Portugal), donde invertirá 657 millones de euros para construir dos plantas de materiales poliméricos 100% reciclables, que podrán utilizarse para aplicaciones de la industria farmacéutica, automotriz y alimentaria. Las nuevas unidades estarán operativas en 2025 y convertirán al complejo de Sines en uno de los más avanzados de Europa.
Destacan también las inversiones anunciadas en el Complejo Industrial de Tarragona, destinadas, principalmente, a proyectos de economía circular. Esta instalación produjo en enero de 2021 el segundo lote de biojet del mercado español, que se suma al que se obtuvo el pasado año en Puertollano, donde Repsol invertirá hasta 2025 en proyectos de descarbonización y de economía circular.
Durante el primer semestre se avanzó también en los trabajos para la construcción de la nueva planta de biocombustibles avanzados de Cartagena, la primera de este tipo en España. En los últimos meses se ha iniciado el diseño 3D de las instalaciones, se ha progresado en los trabajos de ingeniería y en la compra de los nuevos equipos.
La refinería de Repsol en A Coruña puso en marcha durante el semestre su nueva unidad de producción de propileno grado polímero, en cuyo diseño y construcción ha invertido 29 millones de euros. Esta planta permite incrementar en un 35% la producción del propileno y revalorizarlo con un aumento de su calidad a propileno grado polímero.
Para avanzar en la transformación de los complejos industriales en polos multienergéticos, Repsol ha definido su estrategia de hidrógeno renovable, que supone una actualización al alza de la ambición planteada en el Plan Estratégico 2021-2025 en este vector de crecimiento.
En 2021, se han dado pasos en distintos proyectos de este ámbito, como la puesta en marcha del Corredor Vasco del Hidrógeno, BH2C, liderado por Petronor-Repsol y en el que participan unas 130 organizaciones. Con una inversión de más de 1.300 millones de euros hasta 2026, esta iniciativa generará más de 1.340 puestos de trabajo directos y 6.700 indirectos. Repsol también impulsa, junto a otras entidades, el Valle del Hidrógeno de Cataluña (H2ValleyCat) y el Valle del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia.
Las inversiones en estos proyectos se suman a otras que Repsol está llevando a cabo para transformar sus complejos industriales en polos multienergéticos, y demuestran cómo la descarbonización, abordada desde la neutralidad tecnológica, permitirá garantizar el futuro y la rentabilidad de estas instalaciones, asegurando empleo y promoviendo riqueza para su entorno.
El área de Comercial y Renovables logró un resultado de 228 millones de euros, un 40% superior a los 163 millones del primer semestre del ejercicio anterior. Durante el segundo trimestre del año, las ventas en estaciones de servicio en España mejoraron un 63% en comparación con las del mismo periodo de 2020, en el que se vivieron épocas de confinamiento y fuertes restricciones a la movilidad en España. En el trimestre, el desempeño de Aviación fue también más positivo por similares motivos, mientras que Renovables y Generación Baja en Carbono continuó aumentando su aportación al Grupo.
La compañía reforzó durante la primera mitad de 2021 su apuesta por una movilidad más sostenible, apoyada en la digitalización y con el cliente posicionado en el centro de la estrategia. En el ámbito de la recarga eléctrica, Repsol firmó con Nissan en febrero un convenio cuya primera actuación es la instalación de 15 puntos de recarga rápida en sus estaciones de servicio. En este mismo sector, junto con su participada IBIL, ha puesto en marcha la primera estación de recarga para vehículos eléctricos que incorpora almacenamiento de energía en España, concretamente en una estación de servicio, también de Repsol.
Adicionalmente, el 14 de abril, Repsol acordó la venta de su negocio de carburantes en Italia, en línea con la estrategia de focalización en áreas geográficas con mayores ventajas competitivas establecida por el Plan Estratégico 2021-2025.
Alineada también con su estrategia de proporcionar soluciones digitales a los clientes, en febrero Repsol alcanzó el 100% de Klikin, startup junto con la que ha impulsado Waylet, su aplicación de pago y fidelización que cuenta con más de dos millones de usuarios. A través de esta aplicación, la compañía ofrece a sus clientes la posibilidad de compensar las emisiones de CO2 en los repostajes.
Para sus clientes de servicios energéticos en el hogar, Repsol lanzó en mayo Vivit, una aplicación móvil que centraliza la gestión de estos productos, con funcionalidades personalizadas para mejorar la eficiencia del consumo doméstico, como una información desglosada del gasto de cada electrodoméstico o comparativas con el consumo de hogares de características semejantes. Al igual que Waylet, Vivit ayudará a alcanzar el objetivo estratégico de contar con ocho millones de clientes digitales en 2025.
Vivit dará servicio a los clientes de electricidad y gas de Repsol, que superan los 1,2 millones. En 2021, Repsol ha sido la única gran comercializadora de España, por volumen de clientes, que ha obtenido la Etiqueta A de la CNMC, que garantiza que la electricidad que suministra tiene un origen 100% renovable.
En marzo, Repsol anunció la adquisición de la mayoría de la empresa comercializadora de electricidad y gas Gana Energía, que opera exclusivamente de forma online y cuenta en la actualidad con cerca de 40.000 clientes, a los que suministra energía 100% renovable. En mayo, de la mano de Krean, Repsol lanzó Ekiluz para promover cooperativas ciudadanas de generación renovable de entre 1 MW y 5 MW, que permitan aprovechar economías de escala.
Adicionalmente, la sociedad participada al 50% por Repsol y el Grupo Ibereólica Renovables cerró el 16 de febrero un acuerdo de venta de la energía producida (PPA) por su parque eólico Atacama (Chile), que está en desarrollo y tendrá 180 MW de potencia instalada, lo que permitirá mejorar su rentabilidad.
El 13 de mayo, Repsol reforzó su presencia internacional en renovables con un importante acuerdo para adquirir el 40% de la compañía estadounidense Hecate Energy, especializada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos y de baterías para el almacenamiento de energía. Con sede en Chicago, Hecate Energy cuenta con una cartera de proyectos renovables y de almacenamiento en desarrollo de más de 40 GW.
En los proyectos renovables de Repsol en España se produjeron varios hitos durante el semestre, como la inauguración el 21 de junio de Kappa, su primer complejo fotovoltaico. Situado en el municipio de Manzanares (Ciudad Real), ha supuesto una inversión de 100 millones de euros y dispone de una potencia total instalada de 126,6 MW.
También ha comenzado recientemente en fase de pruebas la producción de energía eléctrica en Valdesolar, su mayor planta fotovoltaica en España, con 264 MW de potencia instalada y ubicada en el municipio extremeño de Valdecaballeros (Badajoz). Además, la compañía inició en mayo las obras de Delta II, en Aragón, su mayor proyecto renovable hasta la fecha, que tendrá una capacidad total de 860 MW.
Repsol tiene actualmente 3.386 MW de capacidad instalada en operación y otros 2.549 MW en distintas etapas de desarrollo. El Plan Estratégico 2021-2025 prevé aumentar la cartera de activos de generación renovable con el objetivo de ser un operador global, con una capacidad que alcanzará los 7,5 GW en el año 2025 y los 15 GW en 2030.
A esto se añadió la firma de un convenio con Microsoft que incluye el suministro a la compañía americana de energía eólica y solar fotovoltaica para sus operaciones en Europa, incluida España, y colaboración en materia de digitalización y transición energética.
En el ámbito de la digitalización, uno de los principales pilares en los que Repsol se apoya para su transformación, la compañía anunció a finales de junio que comercializará, junto a Accenture, su plataforma de big data e inteligencia artificial ARiA. Esta plataforma, que nació como un desarrollo para uso propio, servirá para ayudar a otras empresas a acelerar el uso del big data y desplegar la inteligencia artificial a escala. ARiA ha contribuido de forma directa a la consecución de parte de los objetivos del Programa Digital de Repsol, que ha obtenido retornos superiores a 330 millones de euros en 2020, de los cuales 150 millones son específicos por el uso de datos, analítica e inteligencia artificial. En el ejercicio 2021 está previsto que los retornos del Programa Digital alcancen los 500 millones de euros.
Asimismo, Repsol, junto a otras cinco grandes compañías, ha creado IndesIA, el primer consorcio de economía del dato e inteligencia artificial de la industria en España, con vocación europea y voluntad de integrar a otras empresas y sectores.