Repsol logró en 2020 un resultado neto ajustado de 600 M€ e impulsó su transformación para acelerar la transición energética

Notas de prensa 18/02/2021 15:00
  • Repsol obtuvo un resultado neto ajustado de 600 millones de euros en el ejercicio 2020, en el que presentó su nuevo Plan Estratégico para impulsar su transformación y lograr el objetivo de ser cero emisiones netas en 2050.
  • Durante el año 2020 la compañía puso en marcha iniciativas para avanzar hacia esta meta, entre las que destacan dos innovadores proyectos industriales de descarbonización en Bilbao, la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en Cartagena, el desarrollo de activos renovables y la expansión internacional de este negocio.
  • El ejercicio estuvo marcado por la crisis global sin precedentes provocada por el covid-19, ante la que Repsol priorizó su labor como servicio esencial, manteniendo en funcionamiento sus instalaciones y garantizando el suministro de sus productos y servicios, indispensables para la sociedad.
  • El descenso de la cotización de las materias primas de referencia internacional influyó negativamente en la valoración de los inventarios de Repsol, en -978 millones de euros para el conjunto de 2020. Además, ante el entorno mundial y en un ejercicio de prudencia financiera, la compañía revisó sus hipótesis de precios futuros del crudo y del gas, lo que supuso un ajuste a la baja del valor de activos de Exploración y Producción, con unos resultados específicos de -2.911 millones. Con todo ello, el resultado neto de 2020 fue de -3.289 millones de euros.
  • Repsol demostró su fortaleza ante este difícil escenario, con una positiva generación de caja libre de 1.979 millones de euros y una reducción de la deuda neta de 1.178 millones durante el ejercicio, hasta situarla en 3.042 millones.
  • El Consejo de Administración de Repsol, en la reunión celebrada ayer, convocó Junta General de Accionistas de la compañía, que se celebrará, previsiblemente en segunda convocatoria, el 26 de marzo.

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- 5%
Reducción del Indicador de Intensidad de Carbono
404 M.€
Resultado neto ajustado del cuarto trimestre, similar al del mismo periodo de 2019
28%
Reducción de la deuda neta durante el ejercicio
1.979 M.€
Positivo flujo de caja libre

Repsol obtuvo en el ejercicio 2020 un resultado neto ajustado de 600 millones de euros. Esta variable mide específicamente el desempeño de los negocios de la compañía, que tuvieron un resultado positivo en un complicado entorno marcado por la crisis sanitaria global. Este buen comportamiento se reflejó también en un flujo de caja de las operaciones positivo para todos los negocios, y que para el conjunto del grupo alcanzó los 3.197 millones de euros.

La pandemia del covid-19 generó una crisis mundial sin precedentes, que para el sector energético tuvo consecuencias como la drástica caída de los precios de los hidrocarburos y de sus productos derivados, o un histórico colapso de la demanda. La cotización media del crudo Brent cayó un 35%, con mínimos que llegaron a 15 dólares por barril en abril, mientras que la del gas Henry Hub bajó un 19%.

En este extraordinario contexto, la compañía priorizó la continuidad de su actividad, a pesar de la caída de la demanda, consciente del carácter esencial que sus productos y servicios tienen para la sociedad. Así, desde el inicio de la crisis sanitaria Repsol ha mantenido en funcionamiento sus instalaciones, garantizando suministros indispensables, como la energía o las materias primas necesarias para la fabricación de un gran número de productos sanitarios. Además, la apuesta de la compañía por la digitalización y la tecnología y su larga experiencia en el teletrabajo le permitieron reaccionar con rapidez para que casi 7.000 empleados, cuya función podía realizarse en remoto, contasen con los medios técnicos y logísticos para trabajar a distancia.

La compañía presentó el 26 de noviembre su nuevo Plan Estratégico 2021-2025, que marcará su transformación en los próximos años y le permitirá acelerar en la transición energética de manera rentable y maximizando el valor para sus accionistas. Gracias a este Plan, Repsol avanzará en su objetivo de ser cero emisiones netas en 2050.

Con estas premisas, durante el ejercicio Repsol puso en marcha varias iniciativas que, además de permitirle acercarse a su compromiso cero emisiones netas, ayudarán a la recuperación económica del país. Entre ellas destacan dos innovadores proyectos industriales de descarbonización que se instalarán en Bilbao; la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se ubicará en Cartagena; el desarrollo y puesta en marcha de activos renovables en la Península, y la expansión internacional de este negocio, con la creación de una joint venture en Chile.

Durante 2020 Repsol disminuyó un 5% su Indicador de Intensidad de Carbono respecto a los niveles de 2016, muy por encima del 3% establecido como objetivo inicial para este parámetro. Si se descuenta la menor actividad derivada del coronavirus, la reducción se situó en un 3,7%. La compañía ha eliminado 2,4 millones de toneladas de CO2e desde el año 2014 y se ha marcado objetivos todavía más ambiciosos en su nuevo Plan Estratégico, en el que se fija una disminución de la intensidad de carbono del 12% para 2025, del 25% para 2030 y del 50% para 2040.

Fortaleza financiera en un contexto de extrema dificultad

El coronavirus generó un entorno de extrema dificultad para la compañía, a cuyos negocios afectó la reducción de la actividad económica y las restricciones a la movilidad, que incluyeron periodos de confinamiento en casi todo el mundo. La brusca caída de los precios de los hidrocarburos y el desplome de la demanda completaron un escenario de gran exigencia, ante el que Repsol se sobrepuso apoyándose en su flexibilidad, su solidez y su modelo de negocio integrado, lo que se reflejó en un resultado positivo para todos los negocios. 

El descenso de la cotización de las materias primas de referencia internacional influyó negativamente en la valoración de los inventarios de Repsol, en -978 millones de euros para el conjunto de 2020. Además, ante el entorno mundial y en un ejercicio de prudencia financiera, la compañía revisó sus hipótesis de precios futuros del crudo y del gas, lo que supuso un ajuste a la baja del valor de activos de Exploración y Producción, con unos resultados específicos de -2.911 millones. Con todo ello, el resultado neto de 2020 fue de -3.289 millones de euros.

Para hacer frente al entorno provocado por la pandemia mundial, el 25 de marzo Repsol puso en marcha un Plan de Resiliencia que estableció una hoja de ruta específica para reforzar la generación de caja y fortalecer el balance. La aplicación de estas medidas fue decisiva para generar un flujo de caja libre positivo de 1.979 millones de euros para el año. 

La apuesta de la compañía por la digitalización influyó de manera positiva, con una aportación del Programa Digital de 334 millones de euros. Tal y como establece el Plan Estratégico 2021-2025, la digitalización juega un papel fundamental en la organización gracias a aspectos como la inteligencia artificial, la automatización de operaciones o la apuesta por soluciones en la nube. Se prevé que el impacto positivo de los proyectos de digitalización supere ya en 2022 los 800 millones de euros anuales respecto al inicio del Programa de Digitalización, en 2018.

Apoyada por las medidas del Plan de Resiliencia, Repsol también logró reducir su deuda neta un 28% durante el ejercicio, en 1.178 millones de euros, hasta situarla en 3.042 millones. La liquidez se situó en 9.195 millones de euros a 31 de diciembre, lo que cubre en 3,23 veces los vencimientos a corto plazo.

El éxito de las medidas implantadas, unido al inicio de la recuperación de la demanda y de los precios de los productos, se hizo más evidente en el cuarto trimestre del ejercicio, en el que el resultado neto ajustado se situó en 404 millones de euros, similar al del mismo periodo de 2019.

Adicionalmente, en 2020 Repsol reforzó su posición financiera mediante cinco emisiones de bonos por un total de 3.850 millones de euros, de los que 1.500 millones corresponden a bonos perpetuos subordinados, que fortalecen el patrimonio del Grupo, además de su liquidez. En todas las emisiones realizadas se recibió demanda por varias veces la oferta en una señal del interés por parte de los inversores.

Proyectos rentables para la descarbonización

El difícil contexto en el que Repsol tuvo que desarrollar su actividad durante 2020 no le impidió seguir trabajando en el diseño de su futuro. El nuevo Plan Estratégico le permitirá transformarse en una compañía más fuerte, más rentable y más competitiva, que ya tiene a la transición energética y a los clientes en el centro de su estrategia y que cuenta con negocios tradicionales con capacidad para financiar el Plan. 

El área de Exploración y Producción obtuvo en 2020 un resultado de 195 millones de euros, en un periodo en el que implantó medidas de reducción de costes y redefinió planes de explotación de activos para hacer frente a la caída de los precios de los hidrocarburos. La exitosa gestión llevada a cabo por el negocio se evidenció en el cuarto trimestre, en el que mejoró el resultado obtenido en el mismo periodo del año anterior. Además, el negocio redujo mediante varias iniciativas las emisiones de sus operaciones en 269.500 toneladas de CO2e.

La producción media alcanzó los 648.000 barriles equivalentes de petróleo al día, en línea con el nuevo Plan Estratégico, que prioriza el valor sobre el volumen. Respecto a la exploración, en 2020 se concluyeron nueve sondeos, siete de ellos con resultado positivo. Este dato representa el máximo número de pozos comerciales descubiertos en un solo año por la compañía en toda su historia.

Se lograron hallazgos de hidrocarburos en Estados Unidos, Colombia y México. Destacan los dos descubrimientos realizados en aguas de México en el mes de abril. Ambos se desarrollaron con menores costes y plazos de los estimados.

El Plan 2021-2025 marca también como pilares de este negocio un enfoque hacia áreas geográficas clave y la reducción de emisiones de su portafolio, que seguirá siendo objeto de una gestión activa. La compañía cuenta con catorce proyectos de ciclo corto y retornos atractivos, capaces de generar caja con rapidez. Se apoyará en sus fortalezas, como la flexibilidad, eficiencia y alto nivel tecnológico, para aumentar su aportación al Grupo. Exploración y Producción generará 4.500 millones de euros de caja libre entre 2021 y 2025, bajará en un 20% su objetivo de breakeven de caja, hasta situarse por debajo de 40 dólares por barril para el periodo, y reducirá las emisiones de CO2e por barril producido en un 75% hasta 2025.

El área Industrial, que obtuvo un resultado de 297 millones de euros por la menor actividad y la caída de los márgenes de refino, continuó evolucionando para transformar sus instalaciones en hubs multienergéticos capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología. Tal y como marca el Plan Estratégico 2021-2025, para abordar este proceso de transformación, la compañía se apoyará en cuatro grandes pilares: la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2. 

Los innovadores proyectos puestos en marcha por Repsol en 2020 demuestran la importancia de la neutralidad tecnológica a la hora de buscar soluciones para la descarbonización, y la relevancia que debe otorgarse a la industria española en la recuperación económica y la lucha contra el cambio climático. 

A mediados de junio, la compañía presentó dos importantes proyectos de descarbonización que desarrollará en su refinería de Petronor, en Bilbao. El primero de ellos es una de las mayores plantas del mundo de producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas a partir de hidrógeno renovable y el segundo, una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos. 

El hidrógeno renovable es un claro vector de crecimiento para Repsol, que pretende liderar su producción en la Península Ibérica con el equivalente a 400 MW en 2025, y la ambición de superar 1,2 GW en 2030. A finales de enero de 2021, Repsol presentó el proyecto H24All para desarrollar la primera planta de electrolizadores alcalinos de 100 MW de Europa, que se conectará a la refinería de Petronor. Repsol lidera el consorcio, integrado por un total de quince entidades, que presentó una solicitud de financiación dentro de la convocatoria del European Green Deal.

Repsol también se ha marcado objetivos ambiciosos para el segmento de biocombustibles, donde su meta es contar con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas en 2025 y más de dos millones en 2030. El pasado 22 de octubre la compañía dio un paso relevante en esa línea, con el anuncio de la construcción en su refinería de Cartagena de la primera planta de biocombustibles avanzados de España. Esta nueva instalación, en la que se invertirán 188 millones de euros, suministrará 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados para aviones, camiones y coches, que permitirán una reducción de 900.000 toneladas de CO2 anuales. 

Dentro del mismo ámbito, a principios de agosto completó con éxito en la refinería de Puertollano la fabricación del primer lote de biocombustible para aviación del mercado español. Este hito ha tenido continuidad en enero de 2021 con la producción en Tarragona de un segundo lote de 10.000 toneladas. 

En cuanto a Química, desde el comienzo de la pandemia ajustó sus operaciones ante el aumento de la demanda de sectores vinculados con la sanidad y la alimentación, vitales en la lucha contra el covid-19. En línea con su orientación hacia la innovación, Repsol también puso en marcha proyectos de vanguardia en este ámbito, como la primera planta de la Península Ibérica para la fabricación de polímeros de alta resistencia al impacto, que estará operativa en Tarragona en 2021. La compañía apuesta por una química eficiente en su proceso industrial y orientada a la economía circular, con el objetivo de reciclar en 2030 el equivalente al 20% de su producción de poliolefinas.

El área de Comercial y Renovables obtuvo un resultado de 485 millones. El negocio continuó fiel a su filosofía de innovar al servicio del cliente, introduciendo nuevos productos y servicios digitales en sus estaciones, que permitieron responder a las necesidades generadas por la pandemia, y ofreciendo soluciones energéticas de vanguardia para seguir progresando en la transición energética. 

Una de las principales soluciones digitales para este negocio es Waylet, la app de Repsol que permite el pago en sus estaciones de servicio y en más de 8.000 comercios adheridos. El crecimiento de su número de usuarios ha sido exponencial en los últimos tres años, y ha cerrado 2020 con más de 2 millones de clientes registrados, desde los 927.000 con los que finalizó 2018. Waylet es un activo clave en la estrategia del nuevo negocio de Cliente de Repsol y en el crecimiento de sus usuarios digitales. El Plan Estratégico 2021-2025 establece el objetivo de superar los ocho millones de clientes 100% digitales al final del período.

Repsol, que ya dispone de 1,13 millones de clientes de Electricidad y Gas, lanzó en 2020 alternativas punteras de autoconsumo, como Solify y Solmatch, la primera gran comunidad solar de España.  

La compañía cuenta en la actualidad con casi 3.300 MW de capacidad total instalada de generación de bajas emisiones y, según lo establecido en su Plan Estratégico, prevé aumentar su cartera de activos con el objetivo de ser un operador global, con una capacidad de generación que alcanzará los 7,5 GW en el año 2025 y los 15 GW en 2030. 

Entre los aspectos destacados del año 2020 se encuentra el desarrollo y puesta en marcha de activos renovables. En España, Repsol está desarrollando seis proyectos renovables: tres eólicos (Delta, con 335 MW, Delta 2, con 860 MW y PI, 175 MW) y tres fotovoltaicos (Valdesolar, 264 MW; Kappa, 126 MW; y Sigma, 204 MW). En 2020 se conectaron a la red los primeros aerogeneradores de Delta y se iniciaron las obras en Valdesolar y Kappa. 

La compañía dio un gran impulso a su expansión internacional en este negocio con la creación de una joint venture con el Grupo Ibereólica Renovables, que le da acceso a una cartera de proyectos en Chile en operación, construcción y desarrollo, de más de 1.600 MW hasta el año 2025 y la posibilidad de superar, gracias a esta alianza, los 2.600 MW en 2030.

Junta General de Accionistas

El Consejo de Administración de Repsol convocó en su reunión de ayer la próxima Junta General de Accionistas, que se celebrará en la sede de la compañía en Madrid, previsiblemente en segunda convocatoria, el día 26 de marzo. Dado el contexto excepcional originado por el covid-19, el Consejo recomienda a los accionistas que ejerzan sus derechos de voto y delegación de forma previa a la Junta General por medios de comunicación a distancia, o que asistan a la misma por vía telemática. 

En lo relativo a la retribución al accionista y en línea con lo establecido en el Plan Estratégico, el Consejo ha acordado proponer a la Junta General Ordinaria un dividendo complementario de 0,30 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2020, cuyo pago tendrá lugar a partir del 7 de julio de 2021. Asimismo, ha acordado proponer el reparto de otro dividendo, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, de 0,30 euros brutos por acción, cuya distribución se hará efectiva a lo largo del mes de enero de 2022, en la fecha en la que concrete el Consejo de Administración.

Además, el Consejo de Administración ha acordado la puesta en marcha de un Programa de Recompra de acciones propias por un máximo de 40.494.510 acciones, representativas del 2,58% del capital social, aproximadamente, con el único propósito de adquirir las acciones correspondientes al scrip dividend de enero de 2021, las cuales se amortizarán en caso de que se apruebe la reducción de capital propuesta a la próxima Junta de Accionistas.

Por otro lado, el Consejo ha acordado proponer la reelección como consejeros de Manuel Manrique, Mariano Marzo, Isabel Torremocha, Luis Suárez de Lezo y la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección como consejero de Rene Dahan. Asimismo, ha pactado proponer el nombramiento como consejera de Aurora Catá, tras la finalización del mandato de Maite Ballester.

Aurora Catá Salas

Es Consejera Independiente y Presidenta de la Comisión de Auditoría de Atresmedia, y Consejera Independiente y Presidenta de las comisiones de Nombramientos y de Retribuciones de Banco Sabadell. También es Presidenta de Barcelona Global y miembro del Comité Ejecutivo de la Agrupación de Antiguos Alumnos de IESE. Desde 2008 a 2020 fue socia de Seeliger y Conde, donde realizó trabajos de consultoría relacionados con el desarrollo de organizaciones a partir de la identificación del talento interno, la elaboración de políticas de remuneraciones competitivas, el diseño de planes de sucesión y la atracción del talento. 

Inició su carrera profesional en el sector ?nanciero, primero en Bank of America y más tarde como Directora Financiera en Nissan Motor Ibérica. Posteriormente, asumió la Dirección General de RTVE en Cataluña y, tras ello, ocupó el cargo de Consejera Delegada de Planeta 2010, empresa que aglutina el negocio audiovisual del Grupo Planeta. Posteriormente, ejerció el cargo de Directora General de Medios Audiovisuales de Recoletos Grupo de Comunicación, donde dirigió el negocio audiovisual.

Aurora Catá es ingeniera industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y MBA y PADE por el IESE. También ha realizado el Programa de Mentor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).