Antonio Brufau ha comenzado su discurso a los accionistas transmitiendo sus condolencias a todas aquellas personas que están sufriendo la pandemia, con un recuerdo especial por el fallecimiento del ex Presidente de Repsol Alfonso Cortina.
Brufau ha resaltado la labor que Repsol está desarrollando desde el primer momento de la epidemia, poniendo “todas sus capacidades, las humanas e intelectuales y, por supuesto, las industriales y tecnológicas, al servicio de su resolución o mitigación”.
La prioridad de la compañía ante la crisis sanitaria, por encima de los criterios habituales de rentabilidad, ha sido proporcionar un servicio esencial en los países donde opera, aplicando, además, todas las medidas a su alcance para proteger la salud y la seguridad de sus empleados, clientes y proveedores.
“Siempre hemos tenido claro que nuestra principal aportación a la resolución de la crisis era la de mantener nuestra actividad en marcha, seguir suministrando la energía que nuestras ambulancias, nuestros hospitales, nuestros sanitarios, nuestros hogares iban a necesitar para la lucha contra el covid-19”, ha afirmado Antonio Brufau. A esta tarea se añade el indispensable “suministro de todos esos productos petroquímicos que, tanto para la profilaxis ante el virus como por ser la materia prima de muchísimos productos y herramientas sanitarios, están siendo necesarios en esta batalla”. “No ha faltado ni un litro de gasóleo, ni una molécula de gas, ni un envase de butano, ni el suministro eléctrico allí donde se ha necesitado”, ha subrayado.
Además de asegurar el esencial mantenimiento de su actividad, Repsol ha colaborado en la lucha contra el coronavirus con diversas donaciones y aportaciones de material, como equipos de protección o gel hidroalcohólico, a 90 entidades, fundamentalmente hospitales y residencias de ancianos. Entre otras iniciativas, la compañía ha adaptado las instalaciones de su centro de tecnología para producir gel hidroalcohólico destinado a abastecer a 12 hospitales, y ha aportado más de 36 toneladas de material petroquímico para la fabricación de equipos de protección. Asimismo, sus estaciones de servicio han ofrecido café y bollos gratuitos a transportistas, servicios de emergencias y cuerpos y fuerzas de seguridad.
Para el Presidente de Repsol, la actuación de la compañía se está basando en la convicción de “ser útiles, no sólo a nuestros accionistas, sino a toda la sociedad. En caso contrario, no estaremos cumpliendo con nuestra misión”.
Brufau ha señalado que “hay que lograr una recuperación rápida, priorizando los objetivos de corto plazo para no dañar de manera estructural nuestro tejido productivo, con estrategias compatibles con los objetivos de largo plazo”.
“Es el momento de concentrarse en qué vamos a hacer para salir rápidamente de la recesión a la que nos vemos abocados en casi todos los países, mejorando nuestra estructura económica para convertirla en más resistente ante las siguientes crisis que seguro que vendrán”, ha dicho. Para ello, “es necesario recuperar una economía sana que genere recursos para mantener la sociedad del bienestar, que pueda mantener y mejorar mediante recursos suficientes el sistema de salud, el empleo y las condiciones de vida de los sectores más vulnerables”.
Además, ha señalado que “la industria es indispensable para salir lo antes posible de la recesión que desencadenará la crisis sanitaria”, y que es necesario mejorar la estructura económica y hacerla más resistente ante futuros momentos similares.
Con este objetivo, ha considerado fundamental apoyar al sector de las exportaciones, “que ante la debilidad de la demanda interna nos volverá a sacar de la crisis gracias a su competitividad, que no debemos menoscabar con excesiva o inadecuada regulación”.
El Presidente de Repsol ha apuntado que, aquellos países que han apostado por una industria moderna y digitalizada, cuentan con ventajas competitivas claras, y ha puesto el ejemplo de Alemania, Corea del Sur o la República Checa, “en los que el PIB industrial, junto con los servicios de alto valor (ingeniería, I+D, consultoría…), ha crecido”.
Antonio Brufau ha destacado que “el sector industrial español y europeo, al que orgullosamente pertenece Repsol, se caracteriza por su competitividad, pero también por generar los puestos de trabajo más estables y mejor pagados”. Además, cuenta con “una inversión en tecnología e investigación y desarrollo mucho más elevada que los demás segmentos económicos”, factores muy relevantes para afrontar los desafíos que encontraremos tras el covid-19. “Sin industria es muy difícil que afloren la investigación, el desarrollo tecnológico y el diseño”, ha remarcado.
En palabras de Brufau, el apoyo a la industria del automóvil va a ser clave para salir de la crisis, por lo que ha abogado por “la puesta en marcha de un Plan Renove focalizado en el tipo y gamas de vehículo que más se fabrican en España, convencionales e híbridos”. Esta medida sería también la herramienta más eficiente para reducir emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire, dada la mayor eficiencia de los motores actuales.
Para que esta estrategia funcione, el Presidente de Repsol considera que “se deben eliminar incertidumbres regulatorias que perjudican a la toma de decisiones y al consumo”, lo que también iría en beneficio de las inversiones en España en tecnologías y plantas industriales de biocombustibles o el desarrollo de los fueles sintéticos.
Brufau ha reafirmado el compromiso de Repsol en liderar la transición energética y la descarbonización, incluso en momentos tan complicados como el actual. “Todas las formas de descarbonización son complementarias, y válidas y el incentivo a que todas contribuyan, sin exclusiones, será lo que acelerará la senda de la transición energética. Todas son necesarias y deben contribuir a la salida de la crisis y a hacer más sostenible nuestro país y nuestro planeta. Busquemos las soluciones más eficientes, ahora que el dinero público tiene prioridades evidentes”, ha concluido.
Para el Consejero Delegado 2019 fue un año muy relevante para la compañía, “en el que hemos avanzado en la diversificación de nuestras actividades y en nuestro compromiso con la transición energética, siendo pioneros en el sector tras fijarnos la meta de de cero emisiones netas en 2050”. La compañía reducirá durante 2020 su Indicador de Intensidad de Carbono un 3%, respecto a la base de 2016, disminuirá las emisiones de CO2 en todos los negocios y aumentará significativamente la capacidad de generación renovable.
En este sentido, ha mostrado su satisfacción porque Repsol se haya consolidado como actor relevante en generación renovable, y a día de hoy cuente con casi 3.000 MW en operación y otros casi 2.000 en desarrollo. Además, en 2019 superó el millón de clientes de electricidad y gas, un aumento del 31% respecto al inicio de esta actividad, y lanzó soluciones innovadoras para el autoconsumo y la generación distribuida.
También avanzó en la internacionalización de sus negocios comerciales y en la estrategia de diferenciación del área química, cuya aportación en la lucha contra el coronavirus está siendo indispensable. Las refinerías incorporaron mejoras tecnológicas para adaptarse a la nueva normativa internacional de combustibles marítimos (IMO), vigente desde el principio de este año. Por su parte, el negocio de Upstream se centró en priorizar la generación de valor sobre el crecimiento de la producción, manteniendo como eje estratégico la flexibilidad, poniendo el foco en la rotación y mejora de la cartera de activos y en la generación de caja.
Imaz ha resaltado la incidencia que la crisis sanitaria está teniendo en el entorno económico, con el mercado de hidrocarburos “en una situación de exceso de oferta no vista en décadas y que lastra consigo los precios del petróleo”. Todo ello, después de un 2019 con una dinámica suficientemente retadora que se ha visto superada de forma imprevisible en el primer trimestre de este ejercicio, con precios que en los últimos días de marzo estuvieron por debajo de los 23 dólares por barril de Brent.
Para hacer frente a estas circunstancias, Repsol adoptó un Plan de Resiliencia para 2020 que contempla la puesta en marcha de iniciativas que supondrán reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones de euros respecto de las métricas inicialmente presupuestadas.
“Repsol lleva muchos años demostrando que es una compañía resiliente, capaz de salir adelante en contextos desfavorables. En la actual situación de caída de precios y crisis del covid-19, todos los equipos se han volcado en desplegar una vez más todos los mecanismos a su alcance para afrontar este enorme reto”, ha afirmado Imaz.
El Consejero Delegado ha explicado que el Plan de Resiliencia “nos permite mantener dos compromisos: la remuneración a los accionistas, y la meta de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050”. La compañía seguirá avanzando en el camino de la transición energética, como proveedor multienergía hacia un modelo de bajas emisiones y “el primer paso lo daremos este mismo año, cumpliendo nuestro objetivo de reducir un 3% el Indicador de Intensidad de Carbono”, ha resaltado.
Josu Jon Imaz ha destacado que la labor que Repsol está realizando en este sentido le ha llevado a ser una de las empresas de su sector mejor valoradas y con mayor proporción de inversores ESG (medioambiente, social y gobernanza, por sus siglas en inglés) en su accionariado. Esto hace que la compañía “esté preparada para afrontar los desafíos que presenta un mundo cada vez más descarbonizado, como actor clave en el desarrollo del modelo energético del futuro”, ha concluido.
Asociaciones como Transition Pathway Initiative (TPI), que reúne a 60 de los mayores inversores internacionales que gestionan una cartera de activos de más de 18 billones de dólares, designó en 2019 a Repsol como una de las dos únicas compañías de su sector en el mundo con una estrategia compatible con los objetivos del Acuerdo de París. Adicionalmente, a finales de enero de 2020 Repsol fue incluido en el índice FTSE TPI Climate Transition Index, único índice bursátil alineado con los objetivos de dicho acuerdo.
Asimismo, la iniciativa Climate Action 100+, que agrupa a más de 450 inversores internacionales que gestionan más de 39 billones de dólares, junto con Institutional Investors Group on Climate Change (IIGCC), que cuenta con más de 200 miembros que representan más de 30 billones de euros, ha reconocido a Repsol “por comprometerse a alinear sus actividades e inversiones con las metas del Acuerdo de París”. “Con su senda firme hacia las cero emisiones netas y objetivos intermedios de descarbonización, Repsol ha establecido un estándar más elevado para la industria”, han afirmado.
Además, Standard & Poor’s ha destacado a la compañía entre las empresas de su sector con una estrategia de sostenibilidad más avanzada y valora muy positivamente la diversificación de sus negocios y su firme compromiso con el Acuerdo de París.
Con el propósito de salvaguardar los intereses generales, la salud y seguridad de los accionistas, empleados y demás personas que intervienen en la preparación y celebración de la Junta General, esta se ha llevado a cabo en la sede corporativa de la compañía en Madrid, bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria y con la sola presencia del personal indispensable. Asimismo, Repsol ha puesto a disposición de sus accionistas las herramientas necesarias para que pudiesen ejercer todos sus derechos de manera telemática.
Entre otras propuestas, los accionistas de la compañía han aprobado una remuneración de 0,55 euros por acción, en sustitución de lo que sería el tradicional dividendo complementario, que está previso que se abone el próximo mes de julio bajo la fórmula de scrip dividend. Con esta cantidad, Repsol cumple, a pesar del contexto adverso, con el compromiso de retribución durante el año 2020 asumido en el Plan Estratégico vigente.
Además, la Junta General también ha autorizado el mantenimiento durante el año 2020 de la reducción de capital mediante amortización de acciones propias, dirigida a compensar el efecto dilutivo de la fórmula de scrip dividend.