Repsol y BBVA acaban de cerrar la primera operación de una línea de crédito (RFC, revolving credit facility, en sus siglas en inglés) utilizando la tecnología DLT (distributed ledger technology), en un piloto que es pionero en el campo de la financiación corporativa en el sector industrial.
La negociación del acuerdo, que contempla un crédito de 325 millones de euros a largo plazo, se ha cerrado completamente en la red blockchain de BBVA, lo que ha permitido reducir el proceso de días a horas, incorporando una transparencia total para el seguimiento y aprobación de la documentación.
Para Repsol, el acuerdo con BBVA es un paso más en su apuesta por la digitalización y la innovación. La compañía energética ha identificado blockchain como tecnología de gran potencial y como ventaja competitiva para nuevos negocios.
Repsol cuenta ya con un laboratorio para sus líneas de desarrollo: mejora de sus procesos financieros, a los que aportará seguridad y eficiencia; y avances en la cadena de suministros y fidelización de clientes. Además, en esta tecnología, forma parte del consorcio de compañías energéticas europeas Enerchain y de Alastria, primera red española mulltisectorial del mundo que emplea blockchain.
“Repsol quiere contribuir de forma activa en entornos de colaboración. Blockchain es una tecnología disruptiva que ha venido para quedarse y el acuerdo con BBVA suma en nuestra estrategia para impulsar la digitalización en todas nuestras áreas de actividad”, ha afirmado la Directora de Blockchain y Experimentación Digital de Repsol, Nuria Ávalos.
Para Alicia Pertusa, Responsable de Estrategia y Blockchain de BBVA, este primer piloto supone el pistoletazo de salida de una alianza para explorar el potencial de la tecnología DLT en las finanzas corporativas. “Con esta operación, BBVA sigue integrando tecnología innovadora y disruptiva en los productos de financiación para sus clientes corporativos y les ofrece las mejores soluciones para atender sus necesidades”, ha explicado Pertusa.
Con esta prueba, Repsol y BBVA se posicionan al frente de la aplicación de estas nuevas tecnologías, que si bien aún tienen que madurar en aspectos regulatorios y técnicos, ya están demostrando que suponen un gran salto en la eficiencia de los procesos financieros.
La negociación y cierre de las condiciones entre Repsol y BBVA se ha desarrollado sobre una red blockchain privada (Hyperledger), mientras que el contrato firmado se ha registrado en la red de pruebas de Ethereum (testnet) a través de un hash o identificador único de documento que garantiza la inmutabilidad.