Derechos humanos
Mecanismos de reclamación
En el caso de detectar impactos adversos, la compañía asume el compromiso de remediarlos de forma acordada con las partes afectadas para conseguir una reparación efectiva y satisfactoria.
En tal caso se identifica a la población afectada, se evalúan la naturaleza y magnitud de los impactos siguiendo metodologías de estándares internacionales, como los Principios Rectores de Empresas y Derechos humanos de Naciones Unidas, entre otros, y se propone una solución de remediación, que se discute con las partes afectadas para conseguir su aprobación y acuerdo satisfactorios.
Los mecanismos de reclamación son una fuente muy valiosa de información para detectar potenciales impactos en derechos humanos sobre las comunidades, nuestros contratistas, socios, clientes u otras partes interesadas.
Las dos principales funciones de estos mecanismos son:
Para poder anticiparnos y poder gestionar las reclamaciones, preocupaciones o solicitudes de información, contamos con mecanismos estructurados y accesibles que garanticen la eficacia y la confianza de los usuarios en el sistema. Canalizamos las reclamaciones, inquietudes, dudas o sugerencias a través de nuestro Canal de Ética y Conducta, de los canales de negocio o de cliente o bien a través de los mecanismos operacionales desarrollados a nivel más local. De esta forma garantizamos la escucha activa y el tratamiento diligente de cualquier inquietud, reclamación o denuncia.
Además, nuestros relacionadores comunitarios son una pieza fundamental para recabar discrepancias de forma incipiente, pues construyen el diálogo y la confianza al acercarse proactivamente a las comunidades en busca de su feedback sobre los impactos que la operación produce en el entorno. Los relacionadores informan a las comunidades sobre el proceso que siguen las reclamaciones y los pasos que deben dar. Cada reclamación registrada conlleva una comunicación de respuesta y en función del análisis, las medidas pueden variar desde una declaración de reconocimiento y disculpa, a compensaciones económicas o medidas que mitiguen el impacto o el riesgo.
Durante la ejecución de las medidas de mitigación o remediación acordadas, se hace un seguimiento cercano de las mismas para asegurar el cumplimiento de plazos y comunicación de avances a las partes interesadas. Para ello los mecanismos cuentan con herramientas que permiten el establecimiento de alertas y avisos.
¿Cómo son estos mecanismos?
Los mecanismos se diseñan en colaboración con las personas potencialmente afectadas conforme a los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de la ONU, que establecen que los mecanismos de reclamación deben ser:
En el contexto del diálogo continuo con nuestras comunidades y otras partes interesadas, se identifican las vías preferidas de comunicación y se analiza el funcionamiento del mecanismo de reclamaciones. Las sugerencias de las comunidades y otros grupos de interés nos ayudan a identificar acciones de mejora y a optimizar el mecanismo.
¿Cómo es el proceso?
Desde que se reciben las reclamaciones hasta que se cierran, la gestión de las mismas puede llevar un mínimo de un mes, pudiendo ser menor o mayor el tiempo, dependiendo de su complejidad.
Las reclamaciones o inquietudes pueden ser presentadas por cualquier persona, interna o externa a la compañía a través de diferentes canales:
Las reclamaciones se registran formalmente garantizando la protección de los datos personales e información sensible y se clasifican en función de la naturaleza de la queja. El personal que recibe la reclamación determina su el nivel de gravedad y transmite la información para su escalado y gestión al nivel adecuado.
Cada reclamación se investiga bajo criterios de confidencialidad, independencia y respeto a todas las partes implicadas, velando por la transparencia y evitando posibles conflictos de interés.
A nivel de mecanismos operacionales, puede haber reclamaciones menores que se solucionen y cierren inmediatamente sin necesidad de una investigación más profunda mientras que las reclamaciones relevantes, se gestionan a nivel local y se trasladan al equipo experto en Relación con comunidades y Derechos humanos de la Dirección de Sostenibilidad para, en caso necesario, escalar a miembros del Comité Ejecutivo para su conocimiento y eventual gestión.
¿Qué pueden esperar los reclamantes del mecanismo de reclamaciones?
Durante el desarrollo del proceso se informa periódicamente al reclamante, para que conozca la evolución de la reclamación y las siguientes fases del procedimiento.
Una vez concluido el análisis, se comunica al reclamante una propuesta de resolución motivada. Este proceso incluye la explicación de los hechos evaluados, las conclusiones y las acciones tomadas o previstas, que pueden abarcar desde una disculpa formal a medidas de compensación o remedio.
Se busca proactivamente que el cierre de las reclamaciones se realice de forma negociada, culminando con un acuerdo con las personas afectadas. En caso de que no se alcance la conformidad con la resolución propuesta, se procederá a la revisión por niveles superiores dentro de la compañía o se recurrirá a la participación de un tercero independiente.
Garantizamos la participación y representatividad en los procesos de reparación
Ponemos los medios para que todas las personas titulares de derechos potencialmente impactadas por nuestras operaciones puedan participar en los procesos de diálogo y, concretamente en el diseño, acceso y mejora de los mecanismos de reclamación.
Se facilita apoyo técnico, financiero o consultoría a las comunidades para garantizar una adecuada capacitación previa al diálogo y la debida representatividad de todos los grupos, teniendo en cuenta especialmente a los más vulnerables.
Impulsamos el diálogo y la comunicación
Fomentamos una cultura de respeto de los derechos humanos y un diálogo continuo que genera un entorno de confianza para manifestar, sin necesidad de provisiones de confidencialidad y sin temor a ningún tipo de represalia, cualquier queja o reclamación por parte de nuestros empleados y las comunidades que nos rodean, incluidos los defensores de derechos, cuya labor respetamos y tenemos en consideración, y no bloqueamos o tergiversamos en ningún caso.
Este contexto y el convencimiento de que el respeto por los derechos humanos en todas nuestras actividades es condición indispensable para mantener nuestra licencia social para operar, hacen que nuestras comunidades no se vean en la necesidad de exigir sus derechos para emitir una reclamación y obtener una escucha activa y un compromiso por nuestra parte.
Nuestro compromiso rige nuestra actuación
Asumimos nuestro compromiso con los derechos humanos y lo reflejamos en forma de códigos de conducta, políticas, normas de funcionamiento y acuerdos marco que rigen nuestra actuación.
Fomentamos entre nuestros contratistas y socios el cumplimiento estricto de nuestros principios y que, en ningún caso, una reclamación o sugerencia pueda dar lugar a represalias en ninguna de sus formas (acciones legales, despidos o violencia). Para ello, incluimos cláusulas en los contratos, realizamos auditorías sociales y les apoyamos con actividades de sensibilización.
Nuestra Política de Derechos Humanos y Relación con las Comunidades |PDF| 0.1 MB incluye específicamente un compromiso para establecer mecanismos de reclamación en el contexto local que se adapten a la situación de cada operación -desde el inicio de sus actividades y tan pronto como sea posible en la planificación del proyecto- para que las personas directamente afectadas por nuestras operaciones puedan notificar cualquier impacto en los derechos humanos.
Actualmente, nuestras operaciones cuentan con un mecanismo para manejar las quejas, principalmente de las comunidades locales, pero también de empleados, proveedores, contratistas y otras organizaciones, adaptados a cada contexto. La implantación de nuestros mecanismos de reclamación tiene un amplio recorrido que se fundamenta en el siguiente proceso:
El diseño final del mecanismo de reclamación responde a las características particulares de los colectivos y comunidades a los que van dirigidos. Esto se consigue gracias a la información recogida desde las fases iniciales de los proyectos, durante los estudios de línea base social y los análisis previos de riesgos e impactos, pero se extiende a toda la vida de los activos o proyectos. La metodología de todos estos estudios y análisis incluye la comunicación directa y bidireccional con las partes interesadas a través de un diálogo participativo. Esto facilita un diseño adaptado a la población objetivo y permite su mejora continua a lo largo del tiempo.
Estos mecanismos no solo nos permiten abordar anticipadamente y remediar los impactos adversos de nuestras operaciones, sino que también son una fuente valiosa de información para mejorar continuamente nuestras prácticas y asegurar un entorno de comprensión y respeto de los derechos humanos.
Actualizado en septiembre 2025.