Fundación Repsol y Fundación Por una sonrisa en África promueven conjuntamente proyectos para el desarrollo en Senegal

Otras informaciones 09/01/2010
  • Fundación Repsol ha financiado la electrificación de un dispensario y centro de maternidad, además de dotar de mobiliario y material informático a una escuela y a una residencia de estudiantes.
  • Las dos fundaciones promueven el desarrollo de una zona rural en la región de Mbour, apoyando la educación, la sanidad y la alimentación.
  • Coincidiendo con la prueba deportiva “Dakar” que se disputa en Sudamérica, la Fundación Repsol ha vuelto a Senegal en colaboración con la Fundación “Por una Sonrisa en África”.
  • Esta acción permite mantener la vinculación humanitaria con África.

Fundación Repsol, de la mano de la Fundación Por una sonrisa en África, está desarrollando tres acciones solidarias en Senegal, que han permitido dotar de la infraestructura necesaria a centros educativos y de salud de las comunidades de Mbour, Mbackombel y Louly Benteigne, al sur de Dakar, en una de las zonas más pobres de la sabana africana.

Tras la anulación del Rally Dakar 2008 y su traslado a Sudamérica, la región ha dejado de recibir importantes recursos y una de sus mayores fuentes de ingresos generados gracias a la realización de la carrera. Aprovechando la infraestructura de la prueba deportiva africana, Repsol y su Fundación realizaban una completa acción solidaria sin intermediarios, transportando y entregando material médico a distintos hospitales. 

Finalizada la presencia del Dakar en África, el compromiso de la Fundación Repsol con el continente africano ha perdurado y se ha involucrado en los distintos proyectos que su homóloga “Por una sonrisa en África” desarrolla en la zona. Así, se ha realizado la electrificación de un dispensario-maternidad y se ha dotado de material y equipamiento para puestos escolares, dentro de un proyecto educativo para una de las zonas más depauperadas de la sabana africana. 

La Fundación “Por una sonrisa en África” nació en el año 2002, fecha en la que Mario Llonch y su mujer, tras conocer la zona en primera persona, decidieron arrancar un proyecto de ayuda a la región cercana a la ciudad de Mbour, 90 kilómetros al sur de Dakar, capital de Senegal. Pasaron a vivir 9 meses al año en Mbackombel, poblado de unos 40 habitantes en medio de la sabana senegalesa. 

La primera gran obra de la Fundación “Por una sonrisa en África” fue hacerse cargo de un dispensario, hoy también centro de maternidad, en Louly Benteigné. Se trata de un centro médico en el que los habitantes de los poblados de los alrededores disponen de atención médica primaria sin tener que desplazarse hasta la ciudad de Mbour, a unos 17 km. Allí se cuida de la salud de los recién nacidos, se asisten partos, se inculcan unas normas básicas de higiene para mejorar sus condiciones de vida, y se practica la medicina general.

Fundación Repsol ha financiado la electrificación de este dispensario y centro de maternidad, y como resultado de ello a partir de ahora se podrá pasar consulta por las tardes y noches, mantener medicamentos en nevera, realizar partos nocturnos y mantener en funcionamiento las incubadoras del centro. 

Posteriormente, “Por una sonrisa en África” promovió una escuela de primaria en Mbackombel -actualmente cuenta ya con 360 alumnos de toda la zona-, para substituir a la antigua en la que apenas estudiaban 25 niños. Éstos acuden diariamente desde diferentes poblados cercanos, caminando hasta 5 ó 6 kilómetros dos veces al día, para recibir una educación primaria en francés (lengua oficial del país), comer y aprender normas básicas de higiene. 

El tercer paso fue construir una residencia de estudiantes en la ciudad de Mbour, donde 11 chicos y 16 chicas de entre 12 y 18 años, tras estudiar en la escuela de Mbackombel, han accedido a la escuela secundaria. Debido a los escasos medios de sus familias, a pesar de superar con éxito la escuela primaria, a menudo los niños no podían acceder a estudios superiores debido a la lejanía y el coste que suponía su traslado. Con la residencia disponen de un lugar en el que dormir, donde cuentan con tres comidas al día y una aula de estudio, con ordenadores y biblioteca, en la que todas las tardes realizan sus deberes bajo la supervisión de un profesor.

Declaraciones

Mario LLONCH: Presidente “Por una sonrisa en África”

“La Fundación Por una sonrisa en África está llevando a cabo un proyecto integral de desarrollo en una región rural de Senegal, en la que es muy difícil reunir los medios de subsistencia necesarios para crecer. Los tres puntales de la Fundación se basan en la sanidad, la educación y el desarrollo. Por ello nos hemos hecho cargo de un dispensario y un centro de maternidad, donde se practican entre veinte y treinta partos al mes, además de atender a la gente de los poblados cercanos que viven muy alejados de la ciudad.

También hemos construido una nueva escuela en un poblado totalmente alejado de Mbour, en el que actualmente tenemos 360 niños estudiando, y un internado en la ciudad para que estos niños puedan acceder posteriormente a estudios secundarios e incluso a la universidad. El tercer proyecto es mejorar sus sistemas de agricultura y ganadería, puesto que hasta ahora seguían costumbres heredadas de las generaciones anteriores. Con ello cerramos un círculo -desde que los niños nacen hasta que terminan sus estudios-, mejorando las condiciones de vida en esta región.”

Javier INCLÁN: Dir. Área Social de la Fundación Repsol

“La Fundación Por una sonrisa en África reúne todos los requisitos de ayuda que nosotros queremos desarrollar en el continente africano. La ayuda al desarrollo, en primer lugar, se basa en la alimentación, para de esta forma asegurar una correcta nutrición. En segundo lugar, mejorando la salud -la maternidad y el dispensario son imprescindibles en una zona como es la sabana-. Y finalmente la educación, contribuyendo a que una Fundación como “Por una sonrisa en África” disponga de los medios para desarrollar su labor e incentivar a los chavales a ir a la escuela.

El que los chicos estudien dependerá de su propio esfuerzo, y de nosotros depende ayudarles para que cuenten con unas infraestructuras para que lleven a cabo sus estudios; ya sean los pupitres, los ordenadores o las becas necesarias para que los chavales sin recursos puedan salir adelante. Desde que empezamos a venir a África con el Dakar, los pilotos Repsol nos enseñaron a amar este continente y a ser solidarios con él. Cuando la carrera se ha ido lejos, ese espíritu ha permanecido presente y nosotros queremos ser impulsores de proyectos concretos que, en el marco de sus costumbres, den la oportunidad a África de desarrollarse.”