Teletrabajo: cuando también se rinde desde casa

Poco a poco el teletrabajo se va abriendo camino en España y la iniciativa la llevan algunas grandes empresas.  Repsol ha puesto en marcha un programa que combina teletrabajo y presencia en la oficina en el que participan casi 1.000 empleados. Las encuestas entre trabajadores y jefes muestran que la fórmula funciona y que, con la tecnología existente, la conciliación entre vida laboral y personal ha encontrado un buen aliado.

Escritorio

Hasta hace pocos años, que los empleados de una empresa o de la Administración Pública desempeñaran su labor desde casa parecía propio de una película de ciencia ficción. Hoy es una ya realidad tecnológica. Pero con las herramientas informáticas no basta. Para que el teletrabajo se extienda es necesario también el impulso de empresarios y trabajadores y un cambio en la cultura laboral, que antepone la presencia física a los resultados.

Hacia el trabajo por objetivos

Campus Repsol

La idea del teletrabajo surge en los años 70, cuando el físico estadounidense Jack Nilles, pensando en cómo optimizar recursos, creó el concepto de ‘telecommuting‘, algo así como teledesplazamiento. Su idea era ‘llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo’ y ahorrar así el doble desplazamiento diario entre casa y oficina. Pero no fue hasta mediados de los años 90 cuando los avances en las tecnologías de la información permitieron que grandes empresas estadounidenses como AT&T empezaran a implantar esta modalidad de trabajo.  

 

Desde entonces, el teletrabajo ha ido progresando y en países como Finlandia o Estados Unidos representa hoy a más del 15% de la población activa. En España su avance es más lento y se estima que un 8% de los trabajadores desempeñan toda o parte de su jornada laboral desde  casa. El desarrollo de esta opción laboral está muy ligado a valores como el trabajo por objetivos , la confianza entre empleador y empleado, o la conciliación

“Aún hay quien no concibe el teletrabajo como trabajo. Todavía recibo alguna llamada donde el interlocutor se disculpa por llamarte a casa, pero esta mentalidad ya está cambiando” cuenta Jorge Prats, Técnico de Seguridad, Medio Ambiente y Calidad de Repsol y que teletrabaja un día a la semana. “Cada vez más, tras realizar gestiones con compañeros, te das cuenta de que uno o incluso los dos estamos en teletrabajo, y la relación es igual de fluida y provechosa”.

La experiencia Repsol

Jorge es uno de los casi 1.000 empleados de Repsol que se han acogido el programa de teletrabajo de la compañía. Las personas que participan en este proyecto realizan parte de su horario desde casa. Repsol ofrece distintas modalidades que van desde teletrabajar un día o dos días por semana a hacerlo un 20% del tiempo diario.

 

La puesta en marcha del programa se remonta a 2006, cuando la empresa energética realizó un estudio de clima laboral que mostró la necesidad de fomentar medidas de conciliación. “Es una fórmula de trabajo que facilita mi día a día. Tengo dos niños pequeños y esta opción me ayuda a estar más presente en mi familia sin perjuicio de mis obligaciones profesionales” explica Begoña Navas, Gestora de Marketing Estratégico de Repsol y que teletrabaja un 20% de su jornada diaria.

 

La participación en el proyecto es voluntaria y el teletrabajador conserva su puesto en la oficina y todos sus derechos y beneficios sociales. Las bases del programa han sido pactadas con los sindicatos y es una opción que está abierta a todas las categorías profesionales siempre que las necesidades de su puesto lo permitan. Repsol pone a disposición de sus empleados los medios necesarios: ADSL, ordenador y teléfono móvil.

 

La implantación del teletrabajo en Repsol ha ido acompañada de un estudio en el que han participado trabajadores y jefes. La opinión de ambos colectivos es muy favorable. ”Te sientes más feliz y más motivada, lo cual creo que repercute muy positivamente también en la calidad del trabajo”, valora Begoña Navas. Los jefes, por su parte, creen que no afecta negativamente al rendimiento de las personas a su cargo ni al del resto del equipo, y destacan que reduce el estrés de sus colaboradores.

Límites al teletrabajo

Persona ante un ordenador

El programa piloto permitió detectar algunos riesgos y modificar el proyecto antes de su implantación. Por ejemplo, inicialmente se incluyó la modalidad de teletrabajar tres días a la semana que fue descartada porque los propios trabajadores se sentían desvinculados del día a día de la compañía. Para evitar el aislamiento, se ha establecido un límite semanal del 40% del horario y se establecen reuniones periódicas de seguimiento y contacto

 

Jorge Prats señala que es importante que el teletrabajador sea capaz de gestionar su tiempo: “La flexibilidad mal entendida puede llevar a que hagas horarios sin sentido si no te organizas bien. Al principio, tenía que hacer un esfuerzo para planificar qué tareas podía hacer más eficientemente aquí. Digo aquí porque esta entrevista la estamos haciendo desde mi casa. Ahora ya es algo natural”.

Establecidos esos límites, los participantes en el proyecto no comparten una idea que está bastante extendida: que teletrabajar puede dificultar el desarrollo profesional. “Jamás he sentido que pudiese suponer un handicap” explica Begoña Navas. “De hecho, conozco a bastante gente que estando en el programa de teletrabajo se les ha promocionado e incluso asignado nuevas posiciones en las que pasaban a gestionar equipos”. 

 

En Repsol el teletrabajo se concibe como una medida de conciliación en sentido amplio, es decir, no se cuestiona la causa por la que se solicita. Seis de cada diez participantes son teletrabajadoras y el grupo mayoritario tiene entre 30 y 49 años. Casos como el de Jorge Prats desmienten que sea una opción sólo para trabajadores con personas a su cargo: “Conozco las nuevas tecnologías y me interesa la innovación, así me pareció que era una oportunidad para mí. Siempre me ha parecido que era una muy buena idea para la conciliación laboral y personal”. 

 

“Hay quien piensa que el teletrabajo”, continúa Jorge, “es sólo para poder compaginar mejor los horarios cuando se tienen hijos pequeños. Creo que en ese apartado es un grandísimo avance, pero además, en una gran compañía como la nuestra, hay casuísticas como la mía donde el teletrabajo también encaja perfectamente”. 

Teletrabajo en España

En España, esta modalidad de trabajo carece de regulación legal específica, aunque el gobierno ha anunciado que quiere favorecerla como parte de sus políticas de conciliación. Algunas comunidades autónomas, como Euskadi o Castilla y León, ya están en ello. El teletrabajo avanza en las grandes empresas y las administraciones públicas, pero su implantación entre en las PYMES es todavía baja. Repsol, con uno de los colectivos de teletrabajadores más grandes, prepara un Libro Blanco para difundir su experiencia y que pueda ser de utilidad para otras compañías. 

 

La extensión de la fibra óptica o el desarrollo en los dispositivos móviles anuncian nuevas facilidades. Y a juzgar por algunos estudios, la sociedad también parece estar preparada. Según una encuesta del portal de empleo Monster.es, al 57% de los trabajadores españoles les gustaría que su empresa les ofreciera la opción del teletrabajo.

 

“Mi opinión es que, salvo en determinados puestos, el nivel y cantidad de trabajo desempeñado no varía dependiendo de donde se realiza”, afirma Begoña. “Es más, creo que una persona que ha decidido teletrabajar y se le ha dado la oportunidad, es un profesional altamente motivado. Para mí es una fórmula con la que ganamos todos”. Tal vez el futuro esté en fórmulas mixtas como la de Repsol, que combina la presencia en la oficina con el trabajo en casa, y que intenta aprovechar los mejor de los dos mundos.

Última actualización: junio 2011