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Nómadas del petróleo

El crecimiento mundial de Repsol, especialmente en su negocio de Exploración y Producción, ha convertido a los profesionales con perfil internacional en empleados clave para la compañía. En plena internacionalización de las empresas españolas, Repsol es, con cerca de 700, la compañía con más expatriados. Entre ellos, los REAS, un colectivo en movilidad permanente dispuesto a viajar allí donde sea necesario y que forman la élite de esta industria global.

Hace más de 15 años que los expatriados empezaron a llegar a los primeros destinos internacionales de Repsol. Hoy la firma energética suma presencia en más de 30 países y su experiencia resulta valiosa cuando la expatriación se ha vuelto cada vez más frecuente entre las compañías españolas. Repsol preside desde su fundación el Foro Español de Expatriados (FEEX), la asociación de grandes empresas que comparte las mejores prácticas en este campo, una muestra del “protagonismo que ha tenido nuestra compañía en este país en la gestión de personal internacional”, afirma la Directora de Compensación y Asignación Internacional de Repsol, Julia Jiménez García. 


El número de trabajadores internacionales de Repsol ha aumentado sensiblemente en los últimos años, en especial en sus proyectos de Exploración y Producción (E&P), donde trabajan 6 de cada 7 expatriados. Un énfasis que nació “de la convicción de que, para crecer, la compañía tenía que focalizarse en ese sector, que se mueve, sobre todo, en el ámbito internacional”, continúa Jiménez.

Viajar allí donde está el petróleo

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Un despliegue que se inició en Latinoamérica, donde están destinados el 31% de los expatriados de Repsol, pero en progresión por todo el globo, con un 19% en Norteamerica, 9% de ellos en Europa o un 21% en África. Unos traslados que han sido bien acogidos entre sus profesionales: “incluso para destinos a priori menos atractivos, como Irak o Argelia, siempre hemos tenido candidatos y el índice de bajas voluntarias entre nuestro personal internacional es muy reducido”. 

La política de expatriación está centrada en el área técnica y se conjuga con el compromiso de Repsol de favorecer siempre el empleo local en los países donde está presente. Solo en operaciones muy concretas, el personal expatriado es mayoría, en una empresa que cuenta con más 24.000 trabajadores en todo el mundo. El personal internacional de Repsol está encargado de llevar a sus destinos “los valores de la compañía, nuestro expertise y el manejo de nuestra tecnología”, asegura el Subdirector de Estrategia de Contratación y Asignación de Repsol, Jorge Urribarri.

Los especialistas internacionales en E&P, como ingenieros de reservorios, geofísicos o expertos en perforación, escasean y están muy cotizados. La industria sigue creciendo y “en especial las Compañías Nacionales de Petróleo (NOC’s, según sus siglas en inglés), que no tienen muchas veces profesionales con perfiles técnicos en sus países, están pujando muy fuerte y todos competimos por los mismos”, explica Jiménez. Repsol está también formando su cantera y cada año entre 40 y 50 jóvenes de todo el mundo se forman en su Máster de E&P de Hidrocarburos. La disposición para viajar es, además, un requisito en la selección de personal para las áreas más internacionales de la compañía, que cada vez se extiende a más áreas.

Cada año entre 40 y 50 jóvenes de todo el mundo se forman en los Máster de E&P de Hidrocarburos de Repsol

Una expatricación personalizada

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Para atraer y retener el talento “hemos optado por una política muy competitiva porque entendemos que los expatriados son fundamentales para el desarrollo de la compañía”. Los empleados internacionales de Repsol reciben un complemento económico en función del país al que viajan, que prima los destinos con más complejos, y una serie de beneficios comunes para ellos y sus familias, como casa, coche, colegio para los niños o apoyo a las parejas. Además, “la experiencia de trabajar en otro entorno cada vez se valora más en los mecanismos de promoción profesional de la empresa”.

Las oficinas de Repsol en el extranjero son auténticas torres de babel, con el inglés como lengua franca, un idioma cuyo dominio es básico para hacer carrera internacional. Existen destinos en Repsol donde no hay más de dos personas con el mismo país de origen. Una diversidad “tanto de nacionalidades como de género que se potencia, algo que también ha puesto en valor la carrera internacional de Repsol”, asegura Urribarri.

Cada proceso de expatriación se trata como un caso personalizado y los servicios de la compañía tienen entre sus cometidos apoyar al expatriado y su familia en el nuevo entorno social. Desde hace dos años funciona una unidad de apoyo e integración cultural, que asesora al personal internacional antes de viajar. Además del perfil profesional y técnico, la sensibilidad hacia lo diverso se ha convertido en un requisito “porque los empleados internacionales tienen que tener una serie de competencias genéricas para trabajar en un entorno difícil, con personas de otra cultura y con momentos de tensión”, Jiménez. 

Otro factor clave son las parejas de los empleados, que en la mayoría de los casos deben renunciar a sus trabajos para acompañar al cónyuge. Repsol dispone de un programa, llamado de carreras duales, para que puedan formarse o buscar empleo en su nuevo hogar y compensa parcialmente el salario que se deja de percibir. Siempre que las condiciones lo permiten, la compañía apuesta porque las parejas viajen con los expatriados. En un mundo hasta ahora muy masculino, algo está cambiando: “Cuando empecé me decían: las mujeres de los petroleros tienen que ser mujeres mochila. Ahora hay también cada vez más hombres mochila”, cuenta la Gerente de Contratación Internacional de Repsol, Inés Prieto.

El 'equipo A' de Repsol

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Ser empleado internacional de Repsol puede significar trabajar en una oficina en Houston o Río de Janeiro, pero también realizar un sondeo exploratorio en Kurdistán. Para asegurarse de que los destinos más difíciles se pueden cubrir en un plazo breve y con un alto perfil técnico se creó en 2007 el colectivo REAS (Repsol Exploration Advanced Services). 160 profesionales de Repsol son REAS, un equipo formado por personas de 20 nacionalidades distintas repartidos por todo el globo, en Libia, Canadá o embarcados en el buque de perforación Rowan, ahora en aguas del oeste de África.

Son expertos en el negocio de oil&gas que están en asignación internacional permanente, a diferencia del resto de los expatriados de Repsol, que tras sus estancias normalmente de tres años, regresan a su país de origen. “Los REAS son ciudadanos del mundo. Para ellos siempre es un nuevo destino y además, lo ven como un reto positivo en su carrera profesional”, afirma Prieto, responsable de la gestión de este colectivo.

Con una media de edad entre los 40 y los 60 años, tienen una larga experiencia internacional y viajan siempre que es posible con sus familias, pero están comprometidos a aceptar cualquier destino. Una decisión sobre la que tiene la última palabra el departamento de Seguridad Corporativa de Repsol, recientemente galardonado por la Guardia Civil por la seguridad de las operaciones en el exterior de la compañía. Una protección de los empleados internacionales que está por encima de todo: “un buen ejemplo fue la evacuación de nuestro personal en Libia en 2011. Puedo decir que la Alta Dirección de la empresa nos puso todos los medios necesarios con el único objetivo de sacar a las personas fuera”, concluye Jiménez.

Los REAS son expertos en el negocio de oil&gas que están en asignación internacional permanente

Última actualización: marzo 2015

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