Ilustración Fondo de emprendedores Fundación Repsol

Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol: 10 años impulsando la innovación tecnológica en el ámbito de la energía

Repsol News 14/12/2021
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Diez años después de la puesta en marcha del Fondo de Emprendedores, se ha colaborado con cerca de 100 startups con tecnologías disruptivas para la industria energética y 65 de ellas han pasado por esta “aceleradora empresarial”. Desde 2011,datos como una tasa de supervivencia del 75% entre las empresas incubadas o las 185 patentes registradas por esas startups avalan la trayectoria de esta promotora de innovación de Fundación Repsol.

“El balance de esta década es muy positivo y desde el Fondo de Emprendedores seguimos focalizados en impulsar la transición energética acelerando startups que aportan soluciones innovadoras o avances tecnológicos”, explica Javier Torres, Director de Emprendimiento de Fundación Repsol.

Fundación Repsol ha donado en sus diez ediciones más de 10 millones de euros a las empresas incubadas, que han logrado, además en su conjunto, más de 230 millones de euros de financiación pública y privada, y creado 390 nuevos empleos en ámbitos como las tecnologías de bajas emisiones, la biotecnología, movilidad avanzada, nanotecnología, economía circular o digitalización.


Apoyando el emprendimiento empresarial

En cada convocatoria el Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol elige entre seis y ocho startups tecnológicas innovadoras para un programa de aceleración de un año de duración y además, reciben entre 60.000 y 120.000 euros como donación para su desarrollo. Así mismo, un grupo de unos 50 mentores, que van desde ex directivos de Repsol con una amplia experiencia en desarrollo de negocios y expertos en activo de Repsol Technology Lab y de las distintas áreas de negocio de la compañía, les ofrecen asesoramiento técnico y empresarial.

La realización de pruebas piloto para la validación y el escalado de su tecnología en activos de Repsol en condiciones de operación reales y el acceso al ecosistema de inversión completan el proceso de aceleración de startups. Esta combinación en las medidas de apoyo “es uno de los aciertos del Fondo de Emprendedores y nos hace diferenciales respecto a otras aceleradoras del mundo de la energía”, continúa Torres.

A su última
edición se han
presentado
713 proyectos
de 20 países

El alto porcentaje de supervivencia entre las compañías tecnológicas aceleradas se puede atribuir “a la cuidada selección de las startups que entran en el programa”, elegidas entre las casi 5.500 propuestas presentadas en sus diez ediciones, y “a las oportunidades de futuro que se les abren, especialmente con la validación de su tecnología en un entorno industrial real”, que se ha traducido en este decenio en más de 850 prototipos, pruebas de concepto y pilotos realizados.

Un decenio de aprendizaje

La aceleradora de empresas ha ido evolucionando “para adaptarse a un entorno cambiante, en particular en el sector energético”, en aspectos como la internacionalización del Fondo de Emprendedores. Cuando nació tenía una repercusión más local, “pero buscamos las mejores startups para los retos tecnológicos de nuestra compañía”. Como muestra de esta proyección global, a su última edición se han presentado 713 proyectos de 20 países como España, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Alemania o Países Bajos. Entre los planes de futuro está “ampliar la cobertura de nuestra convocatoria en Asia. Este año hemos iniciado su difusión en India y Japón”.

El programa hoy está destinado a startups tecnológicas en fase precomercial o que llegarán a esa fase en uno o dos años. Este perfil de empresas “nos lo ha dado así mismo la experiencia porque al principio también apoyábamos ideas en una fase más embrionaria”. Pero en la etapa final de maduración tecnológica “es cuando aportamos más valor, con un plan de trabajo que desemboque en los ensayos en un entorno real y le acerque a su salida al mercado”.

Fundación Repsol brinda este apoyo sin exigir a cambio ningún derecho sobre la propiedad intelectual. “Como compañía tenemos un doble retorno de las startups: estamos en contacto directo con tecnologías vanguardistas de nuestro interés. Y, si logramos que su tecnología esté lo suficientemente madura, estamos abiertos a seguir colaborando tras su aceleración invirtiendo en las empresas o incorporándolas como proveedoras de servicios”, afirma Torres.

En esta década “son bastantes las historias de éxito entre las startups que han pasado por el Fondo, con buena parte de las cuales Repsol ha seguido trabajando”. El ejemplo más reciente es la empresa biotecnológica EvoEnzyme, recién salida de la aceleradora, “con quien hemos escalado su proceso de obtención de enzimas superproductoras para degradación de plásticos” y participan en un proyecto de investigación con científicos del Repsol Technology Lab.

Repsol, además de apoyar el ecosistema innovador de las startups desde Fundación Repsol, cuenta también con un fondo estratégico de inversión, Repsol Corporate Venturing. Ambas son herramientas que se complementan entre sí: mientras el Fondo de Emprendedores se centra en mentorizar tecnologías que se encuentran en fase incipiente, el fondo de inversión está enfocado en detectar tecnologías que se encuentran en una fase de desarrollo más cercana a su despliegue comercial y con un elevado potencial para su incorporación a los negocios de la compañía. La actividad de Repsol Corporate Venturing se intensificó a partir de 2016. Desde entonces cuenta con 85 millones de euros para realizar inversiones en ciclos de 5 años. Su actividad se ha materializado a través de la aceleración de los modelos de negocio en más de 30 startups en las que ha invertido.

Recolectando energía desde 2014

Seleccionada en la 4ª edición, la de 2015, AEInnova es una de las veteranas del Fondo. Tres doctores y un ingeniero en Microelectrónica de la Universidad Autónoma de Barcelona crearon esta startup para desarrollar su idea de generar electricidad que pudiera ser devuelta a la red aprovechando el calor residual de los procesos industriales. Inspirados en la tecnología termoeléctrica con que se alimentan los vehículos espaciales, “pensamos que esa tecnología podía ayudar a la industria a ser más eficiente ya que casi la quinta parte de la energía de Europa se pierde en calor industrial”, recuerda Raúl Aragonés, Presidente y fundador principal de AEInnova.

Esa propuesta también gustó a Fundación Repsol y fue el espaldarazo que necesitaban: “si no, no hubiera pasado de una idea. Iniciativas como el Fondo de Emprendedores son fundamentales para dar el salto”, prosigue Aragonés. Hoy AEInnova ya cuenta con 20 trabajadores, y cuenta entre sus inversores con la Comisión Europea a través de su fondo de inversión EIC FUND y prepara

Investigadora en un laboratorio

Los retos
tecnológicos
que lanza el Fondo
están alineados
con la estrategia
de descarbonización
de Repsol

su salida a la Bolsa de París para el 2023. Su propuesta ha evolucionado para aprovechar también esa recolección de energía (‘energy harvesting’) gracias a la digitalización de la industria. Los sensores que se emplean para monitorizar procesos industriales y que recogen y envían continuamente datos a la nube con conexión 5G, ahora son energéticamente autónomos gracias a la tecnología de AEInnova, porque son capaces de utilizar la electricidad que se recicla aprovechando el calor residual en otros procesos.

Del periodo de incubación destaca “la orientación empresarial de primer nivel que recibimos. Veníamos del mundo del laboratorio y nos ayudaron a adecuar nuestra propuesta al mercado”. Fue también en un piloto desarrollado en la refinería de Repsol en Puertollano cuando confirmaron las aplicaciones de su tecnología termoeléctrica al Internet de las Cosas (IoT). Su solución es una alternativa a las baterías de litio que emplean muchos de los dispositivos IoT del mercado, “de las que solo se recicla un 5% y no son sostenibles para digitalizar smart citiesindustria”.

Laboratorio virtual para nuevos nuevos materiales

Cuatro ediciones más tarde, en 2019, entre las seleccionadas estaba Nextmol, una spin-off del Barcelona Supercomputing Center especializada en química computacional. Sus fundadores, Mónica de Mier y Stephan Mohr, han desarrollado un laboratorio virtual que emplea técnicas computacionales para reducir los tiempos y costes del diseño de nuevos materiales. Simulan virtualmente los ensayos que hoy se hacen en los laboratorios, lo que permite “conocer las características de cientos de nuevas moléculas de forma automatizada y seleccionar las más prometedoras para las propiedades deseadas, haciendo el proceso de búsqueda hasta diez veces más rápido”, resume de Mier, CEO de Nextmol.

Para testar su tecnología, durante la aceleración realizaron un proyecto piloto en Repsol Technology Lab aplicando sus técnicas de modelado molecular e inteligencia artificial al estudio de nuevas formulaciones de lubricantes. Esa colaboración con el centro tecnológico de Repsol se ha prolongado con nuevos proyectos de investigación química y, en la actualidad, Nextmol trabaja también con el sector de la cosmética en áreas como la identificación de moléculas biodegradables para sus productos.

Hoy se dirigen a grandes corporaciones, “que están más abiertas a este tipo de tecnologías avanzadas. Haber participado en el Fondo de Emprendedores y tener a Repsol ahora también como cliente da credibilidad y nos ha allanado el camino”. Menos de dos años después de terminar su aceleración ya son siete personas en el equipo: “cuando empiezas nunca sabes cuanto tiempo vas a sobrevivir y, en cambio, ahora ya tenemos nuestro producto y servicios perfectamente definidos y estamos creciendo”.

Herramienta en la descarbonización de Repsol

Desde que Repsol anunció su compromiso de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050 “los retos tecnológicos que lanzamos en cada convocatoria del Fondo de Emprendedores están 100% alineados con ese objetivo de descarbonización”, prosigue el Director de Emprendimiento de Fundación Repsol, Javier Torres. “A fecha de hoy, todas las tecnologías que nos van a ayudar a cumplir esa meta no están suficientemente maduras y precisamente por eso tenemos que impulsar su desarrollo”. En la convocatoria de su décimo aniversario han sido seleccionadas propuestas como la startup española Qualifyng Photovoltaics y su metodología digital para optimizar parques fotovoltaicos, o la británica Mission Zero con su tecnología de captura directa de CO2 del aire, ambas ya en aceleración.

El Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol fue una iniciativa pionera hace diez años “para apoyar el talento y la innovación en el sector de la energía. La experiencia nos ha confirmado que, si complementamos el dinamismo que tienen las startups por su tamaño con toda la potencia que les da su colaboración con las corporaciones, la apuesta es ganadora”, concluye Torres.