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una ciudad sostenible con paneles solares

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Las ciudades crecen en todo el mundo a gran velocidad. Desde 2007, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y se prevé que en un futuro próximo 70 de cada 100 personas vivirán en núcleos urbanos. Las áreas metropolitanas tienen el potencial de marcar una nueva era de desarrollo, pero el reto de estas ciudades del futuro es hacerlo de forma sustentable, promoviendo el crecimiento económico inclusivo y el trabajo decente para todos, manteniendo la calidad ambiental y preservando el equilibrio social, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

¿Qué es una ciudad sostenible?

Las ciudades sostenibles son aquellas que reducen la huella ambiental de sus actividades y promueven modalidades de consumo y producción más respetuosas con el medioambiente, acordes con sus características, geográficas, sociales, económicas y culturales.

El cambio climático es un fenómeno global que está muy relacionado con el modelo de ciudades que construyamos para el futuro. La concentración de personas y actividades económicas tiene enormes ventajas, pero si no se aplican medidas ambientales, puede dar lugar a entornos donde la calidad de vida de los ciudadanos se vea afectada. En este sentido, la ONU recuerda que las ciudades, a pesar de ocupar tan solo el 3 % de la superficie terrestre, representan de media el 70 % del consumo de energía global y son responsables de emitir el 75 % de las emisiones de carbono.  

Entre sus objetivos está el cuidado del medioambiente y el bienestar de quienes las habitan a través del fomento de una movilidad, la creación de espacios verdes, la reducción de los gases de efecto invernadero, el uso de energías renovables y el impulso de la economía circular.  

Las 10 ciudades más sostenibles en el mundo: ejemplos a seguir

Entre ellas destacamos las 10 ciudades sostenibles en el mundo más relevantes por su capacidad de combinar el cuidado del medioambiente y el crecimiento

A lo largo y ancho del planeta encontramos ejemplos de ciudades inteligentes que apuestan por tecnologías eficientes que les permiten transformarse en ciudades más respetuosas con el medioambiente y las personas. En 2024, Arcadis, una de las principales firmas de ecodiseño y consultoría de patrimonio natural y edificado del mundo, realizó un estudio para evaluar cuáles son las ciudades mejor posicionadas en este ámbito a nivel mundial.

Las métricas en las que se ha basado para prepararlo son varias, pero todas ellas confluyen en tres pilares básicos estrechamente alineados con los ODS de la ONU: social, medioambiental y económico. A partir de ahí, surgieron un total de cien urbes que marcan cada una a su manera el camino a seguir.

Las ciudades incluidas en este informe, son aquellas que reinvierten los beneficios obtenidos en servicios y políticas sociales, en acciones medioambientales para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, como Estocolmo, Tokio y Ámsterdam, que repiten en el ranking del 2018. 

Oslo y el desarrollo sostenible

La capital noruega lleva años trabajando en la reestructuración de su tejido urbano, siempre con el objetivo de crear una ciudad ecológica, innovadora y con una alta actividad cultural. El transporte es una de las principales herramientas de Oslo para reducir las emisiones de CO2. La ciudad está considerada como la capital mundial del vehículo eléctrico y su transporte público funciona con biogás, generado a partir de los residuos orgánicos de la propia urbe. 

estocolmo ciudad sostenible

La capital y ciudad más poblada de Suecia es uno de los referentes mundiales en gestión urbana avanzada, lo que le llevó a ser galardonada en 2010 como la Capital Verde de Europa y a recibir en 2019 el premio a la ciudad inteligente por su estrategia para ofrecer una mejor calidad de vida a sus ciudadanos a través de la innovación y la conectividad con redes inteligentes por la ciudad. 

tokio ciudad sostenible

En Tokio, una ciudad con una considerable influencia tecnológica en el escenario global, el concepto de ciudad inteligente ha virado con fuerza hacia la dimensión social en los últimos años. Se ha lanzado una iniciativa nacional conocida como Sociedad 5.0, cuyo objetivo es lograr una sociedad de próxima generación basada en datos, centrada en el ser humano y que utilice tecnología como la inteligencia artificial y el IoT. Esta visión procuraría que todos los habitantes, con independencia de su ubicación, e incluidos los de edad avanzada de las zonas rurales, reciban los beneficios de la innovación y los avances tecnológicos, rompiendo con la brecha digital de la ciudad.

Copenhague, ciudad verde

La ciudad danesa quiere convertirse en 2025 en la primera capital mundial con huella de carbono cero. El ambicioso plan propone una serie de objetivos e iniciativas específicas dentro de cuatro áreas bien definidas: consumo de energía, producción de energía, movilidad y administración de la ciudad. 

Berlín, una de las ciudades más sostenibles

Con una población joven y una predilección histórica por el transporte público frente al coche, el cuidado del medioambiente forma parte del ADN berlinés. Desde 1990, la capital alemana ha reducido sus emisiones de CO2 en un tercio y pretende ser climáticamente neutra en 2050. Su compromiso con el desarrollo sostenible se percibe en los más de 2500 espacios verdes, cientos de carriles bici e incentivos para impulsar la economía circular. 

Londres apuesta por el desarrollo sostenible

El principal punto fuerte de Londres reside en la calidad de sus infraestructuras de transporte. Además, el porcentaje de vehículos eléctricos supera la media de otros países y destaca por la incorporación de fuentes renovables en su combinación energética. Aunque todavía necesita avanzar en la transición energética de su red de transporte, Londres lidera este ranking no solo por su fortaleza económica —aspecto clave que influye en su capacidad de adaptación— sino también por su oferta de empleo de calidad, su facilidad para hacer negocios y su apuesta por la investigación y el desarrollo. La capital y ciudad más poblada del Reino Unido constituye la mayor área urbana del país y alberga más 'startups' y programadores que casi cualquier otra ciudad del mundo. Su mayor reto se refleja en la cohesión social.

Seattle y la sostenibilidad

Primera ciudad de Estados Unidos en alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono en toda su industria eléctrica. Prácticamente el 84% de su energía tiene origen en las intalaciones hidroeléctricas en los ríos Skagit y Pen Oreille, un valor 12 veces mayor que la media del país. Además, desde 2021, las construcciones de la ciudad solo pueden utilizar electricidad como sistema de calefacción, tanto comerciales como residenciales, además de implementar diferentes acciones para ahorrar energía en el aislamiento y en el alumbrado de la ciudad. No solo destaca por sus labores de ambientales, también por sus labores de emprendimiento e innovación, siendo la cuna de grandes startups y empresas unicornios, como Amazon o Starbucks.

París y la sostenibilidad

La Ciudad de la Luz está trabajando en el proyecto de arquitectura Paris Smart City 2050, en el que se planea construir edificios capaces de generar energías renovables, edificios bioclimáticos y de energía positiva para crear el perfil de una ciudad que represente el símbolo de la lucha contra el cambio climático. París es, junto con Londres, uno de los núcleos económicos más importantes de Europa.

San Francisco apuesta por el desarrollo sostenible

San Francisco destaca por su apuesta por la movilidad urbana, impulsando el transporte público y contando con una red de bicicletas compartidas consolidada, además de una de las flotas de vehículos de viaje compartido más grandes en comparación con otras ciudades cercanas. Además, San Francisco está por encima de la media en cuanto a la reducción de emisiones de CO2 y uso de energía, pero como otras ciudades estadounidenses, invertir en transición energética, le ayudará a mejorar su cuota de energía renovable y así cumplir con los objetivos marcados.

Amsterdam apuesta por el desarrollo sostenible

Ciudad polifacética. Es conocida a nivel mundial por su compromiso con la gestión urbana responsable. Destaca la calidad de su infraestructura de transporte, así como su red de bicicletas, uno de sus puntos fuertes. Sin embargo, sus niveles de emisiones de CO₂ y su consumo de energía per cápita, superiores a la media, reflejan la necesidad de avanzar en el uso de fuentes renovables, uno de los principales retos que afronta. En 2009 fue reconocida como la primera ciudad europea inteligente gracias a su modelo urbanístico, diseñado sin alterar sus recursos naturales esenciales.