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Mujeres científicas

A la conquista de las disciplinas STEM

La educación es la llave que desbloquea el potencial de las mujeres en la ciencia. No obstante, si bien es cierto que la evolución positiva en lo que a presencia femenina se refiere en el ámbito de las disciplinas STEM es un hecho, aún persisten desafíos.

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Mujeres en la ciencia: educación y situación actual

Desde las pioneras del pasado hasta las innovadoras contemporáneas, estas mujeres no solo rompieron barreras, sino que también iluminaron el viaje para futuras generaciones.

La búsqueda de la equidad y la diversidad en el mundo de la ciencia ha marcado el camino de mujeres cuyas contribuciones han sido fundamentales en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Pese a que aún hay una larga senda por recorrer, cada vez son más, las niñas y jóvenes que encuentran referentes en estas disciplinas, mujeres importantes en la ciencia capaces de romper con estereotipos y despertar vocaciones dejando claro que el talento no entiende de géneros. Acompáñanos en este viaje por la historia de algunas de las mujeres científicas más interesantes, descubriendo sus logros y cómo desafiaron los estereotipos.

El propio Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 -que busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible-, recoge como imperativo abordar las brechas de género en el ámbito educativo y profesional, y las cifras lo avalan. 

 

Según los últimos datos de la serie estadística Científicas en cifras, elaborada por la Unidad Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia e Innovación, en los últimos 5 años, el porcentaje de mujeres (56,3%) se mantiene por encima del de hombres entre quienes se han matriculado en estudios de grado y primer y segundo ciclo. Sin embargo, las estudiantes apenas representan un 26,5% del total del alumnado en las ramas de ingeniería y arquitectura, frente al 71,8% que representan en estudios relacionados con ciencias de la salud. 

En la misma línea, el Informe CYD 2021/2022 constata la baja presencia femenina en tecnologías de la información y comunicación (TIC) y en matemáticas, en comparación con la Unión Europea. Apenas un 14% del alumnado de estas disciplinas en España son mujeres, 5,5 puntos menos que en el conjunto de la Unión Europea, unas diferencias que también se observan en otros ámbitos como las matemáticas, donde representan en grado el 35,6% (41,4% en la UE) y en máster el 24,4% (51,7% en la UE).

Cada vez más mujeres científicas importantes están rompiendo barreras educativas en disciplinas STEM, convirtiéndose en referentes para las nuevas generaciones. El reciente Premio Nobel de Física otorgado a Anne L’Huillier o su homólogo de medicina para Katalin Karikó son solo algunos ejemplos. Y es que, apostar por la igualdad de oportunidades en la educación científica es esencial para construir un futuro más equitativo y sostenible. 

Mujeres científicas: una vuelta por la historia

La adopción de este estilo de conducción conlleva una serie de ventajas entre las que se encuentran:

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En el vasto universo de la historia, las mujeres científicas han dejado una huella imborrable. Nombres como el de Marie Curie (Varsovia, 1867-1934), por ejemplo, destacan no solo por su contribución a la física y la química, sino también por ser pionera en el uso de la radiactividad en la medicina. La investigadora polaca recibió dos premios Nobel, evidenciando que las mujeres no solo pertenecen al mundo científico, sino que son capaces de ocupar posiciones de liderazgo en él. 

Otra figura destacada fue la de Rosalind Franklin (Londres, 1920-1958). Su trabajo en la estructura del ADN sentó las bases para descubrimientos cruciales en genética y biología molecular. Aunque su contribución fue inicialmente subestimada, su legado perdura como ejemplo de la importancia de reconocer el trabajo de las mujeres en la ciencia. 

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Dentro del sector energético, mujeres visionarias han liderado avances significativos. La física y teórica estadounidense Shirley Ann Jackson (Washington, D.C., 1946), realizó un trabajo pionero en la investigación de la física de partículas que contribuyó al desarrollo de la tecnología de telecomunicaciones, sentando las bases para tecnologías modernas: desde la telefonía móvil hasta la fibra óptica. Además, su liderazgo como la primera mujer afroamericana en obtener un doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts sirve de inspiración para futuras generaciones. 

Ada Lovelace (Londres, 1815-1852), por su parte, fue matemática y escritora británica en el siglo XIX y está considerada la primera programadora de computadoras. Su visión sobre el potencial de las máquinas para ir más allá del simple cálculo numérico allanó el camino para el desarrollo de la informática moderna. Mientras, la longeva científica de la computación estadounidense Margaret Hamilton (Indiana, 1936), fue fundamental en la misión Apollo 11. Sin el software que diseñó para la nave espacial, ni Neil Armstrong, ni el piloto Edwin F. Aldrin habrían podido alunizar.

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Aunque también hay ejemplos contemporáneos de mujeres importantes en la ciencia. La recientemente galardonada con el Premio Nobel de Física, Anne L’Huillier, (París, 1949) ha dejado una marca indeleble en la investigación en láser de alta intensidad. Según el jurado, tanto ella como sus homólogos también premiados, Pierre Agostini y Ferenc Krausz, son responsables de una nueva manera de crear pulsos de luz extremadamente cortos, que podrían servir para fotografiar los fugaces procesos en los que los electrones se mueven o cambian de energías.  

También inspiradora es la figura de Ann Makosinski (Victoria, (Canadá), 1997), cuyo proyecto de linterna que funciona con el calor corporal es una innovación que no solo destaca por su creatividad, sino que también demuestra cómo las mujeres pueden ser líderes en el desarrollo de tecnologías energéticas sostenibles.

Estas mujeres, junto con muchas otras, desafían la percepción tradicional de las disciplinas STEM como dominio masculino y demuestran que la diversidad es esencial para la innovación y el progreso. Poniendo en valor el trabajo de estas mujeres científicas pioneras, fomentamos un entorno donde más mujeres pueden florecer en la ciencia y contribuir a un futuro más brillante y sostenible.

Mujeres en la ciencia y disciplinas STEM en Repsol

La innovación forma parte del ADN de Repsol. Por eso, no solo incorporamos mujeres científicas en nuestros equipos de talento sino que reconocemos el papel de las mujeres científicas e impulsamos iniciativas que nos acercan a las profesiones STEM. 

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En nuestro Complejo Industrial de Puertollano, por ejemplo, hay un 95% de mujeres del ámbito STEM. Ana Orallo, técnica en el departamento de Procesos y Diferenciación, con casi dos décadas de experiencia en la compañía, es una de ellas; como también lo es Ana Cabañero que, tras realizar una beca en Repsol, se incorporó al equipo del departamento. Como mujeres científicas comparten su pasión por la tecnología y la innovación que, como explica Orallo: “han sido siempre herramientas en las que nos hemos apoyado, pero hoy más que nunca, nos permiten llevar a cabo procesos y trabajos de una manera más eficiente y segura”.

Marta Roche, consultora de procesos proyectos TI y Digitales y soporte a la transformación; Pamela Torres, científica senior o Mar Calderón, consultora senior y experta en sostenibilidad, entre otras muchas mujeres científicas son el ejemplo más evidente de cómo la presencia femenina puede jugar un rol determinante en la ciencia.