Desde este punto de vista, hablamos de un tipo de arquitectura cuyas características principales tienen que ver con la orientación de las construcciones, el uso de materiales reciclados o de bajo impacto ambiental y la apuesta por las energías renovables, entre otras.
Pese a que el término arquitectura bioclimática puede parecer algo novedoso, lo cierto es que históricamente, todas las sociedades han tenido en cuenta el entorno climático en el que se han desarrollado a la hora de diseñar sus viviendas. Sócrates, Aristóteles y hasta Vitruvio dejaron constancia de este tipo de diseños en la Historia Antigua, propuestas que, con el tiempo, han ido evolucionando a través del conocimiento empírico y la experimentación. Así, no es casualidad que las casas del sur de España estén encaladas o tengan los tejados planos, mientras que las viviendas de cualquier región de los Alpes tienen el tejado puntiagudo y a dos aguas, además de proteger con piedra u otros revestimientos sus fachadas.