A qué temperatura tiene que estar la nevera

Eficiencia empieza con la temperatura correcta

La nevera es el electrodoméstico que más energía consume a lo largo del año. Según los datos de Red Eléctrica Española, supone el 14% del gasto energético total del hogar. Saber a qué temperatura tiene que estar la nevera es un factor muy importante tanto en el ahorro de energía doméstica como en la conservación de los alimentos, que corren el riesgo de echarse a perder o congelarse si no mantenemos el frigorífico a la temperatura adecuada.

 Para que puedas ahorrar en tu factura eléctrica a la vez que reduces el desperdicio alimentario te contamos a cuanto tiene que estar la temperatura de la nevera en cada momento del año y te damos algunos consejos para que este electrodoméstico consuma menos energía.

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¿Cuál es la temperatura ideal de la nevera?

La temperatura del frigorífico debe mantenerse entre los 3 °C y los 5 °C. Este rango asegura que los alimentos perecederos se conserven en condiciones óptimas. Por encima de esa temperatura puede proliferar el crecimiento de bacterias, que pueden acelerar la descomposición de los alimentos y provocar intoxicaciones alimentarias. A una temperatura menor, los alimentos podrían congelarse y dañarse. Por su parte, el congelador debe mantenerse a una temperatura de -18 °C o menos, para garantizar la correcta conservación de los alimentos congelados. 

¿Te interesa saber a qué temperatura tiene que estar la nevera, pero la tuya no cuenta con un indicador de temperatura? Existen termómetros específicos para frigoríficos con los que podrás saber a cuántos grados estás conservando los alimentos.

Temperatura de la nevera en verano

Ahora que sabemos a cuánto tiene que estar la temperatura de la nevera, falta por conocer cómo influyen las condiciones del exterior a la hora de ajustar los grados de nuestro frigorífico. Durante los meses de verano, cuando las temperaturas exteriores son más altas, es aconsejable ajustar el termostato de la nevera hacia una temperatura ligeramente más baja dentro del rango ideal, para compensar el calor ambiental. En esta época del año una temperatura de 3 °C sería ideal.

También es importante evitar mantener la puerta de la nevera abierta por largos períodos o abrirla con frecuencia, ya que esto incrementa la temperatura interior y obliga al motor a trabajar más para restablecerla. Asimismo, es aconsejable no sobrecargar la nevera, ya que el flujo de aire es fundamental para mantener una temperatura uniforme.

Temperatura ideal de la nevera en invierno

En invierno, las bajas temperaturas exteriores pueden influir en el rendimiento de la nevera, especialmente si esta se encuentra en un lugar poco aislado, como un garaje o una terraza cubierta. En estos casos, podemos ajustar el termostato hasta la temperatura más alta dentro del rango ideal, 5 °C, para conseguir un ahorro energético.

Sin embargo, si optamos por hacerlo, es fundamental controlar la temperatura en el interior de la nevera de forma regular, ya que los termostatos de algunos frigoríficos pueden no funcionar correctamente si la temperatura ambiental es demasiado baja. Asegúrate de que el compartimento del congelador también mantiene la temperatura recomendada de -18 °C, independientemente de la estación.

¿Qué medidas puedes tomar para ahorrar energía en casa?

Al ser el electrodoméstico que más horas mantenemos en funcionamiento en casa a lo largo del año, el correcto uso de la nevera puede marcar una gran diferencia en el consumo energético del hogar. Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a reducir el gasto: 

  1. Elige una ubicación adecuada. Cuando sea posible, la nevera debe estar colocada en un lugar alejado de fuentes de calor como hornos, radiadores o la luz directa del sol. Esto evita que el motor tenga que trabajar más para mantener la temperatura interna.
  2. Llena la nevera de forma razonable. Una nevera medio llena mantiene mejor la temperatura que una vacía o una sobrecargada. Si tienes pocos alimentos, considera colocar botellas de agua para estabilizar la temperatura interna.
  3. Descongela el congelador regularmente. Una capa gruesa de hielo en el congelador reduce la eficiencia del aparato y aumenta el consumo de energía. Si tu modelo no es no frost, realiza este mantenimiento periódicamente.
  4. Limpia la parte trasera de la nevera. Los serpentines del condensador ubicados en la parte trasera de la nevera acumulan polvo con el tiempo, lo que puede dificultar la disipación del calor. Una limpieza periódica ayuda a mejorar su rendimiento.
  5. Mantén las juntas en buen estado. Las gomas de las puertas deben estar en perfectas condiciones para garantizar un buen sellado. Si están desgastadas, podrían permitir la entrada de aire caliente.
  6. Usa contenedores herméticos. Los alimentos guardados en recipientes cerrados evitan que la humedad se disperse dentro de la nevera, lo que puede reducir la eficiencia.

Consejos para mantener la temperatura de la nevera

Además de ajustar correctamente el termostato y de seguir los consejos anteriores, existen varios hábitos que puedes adoptar para garantizar que la temperatura de la nevera se mantenga estable: 

  • Evita introducir alimentos calientes.
    Es recomendable esperar a que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente antes de colocarlos en la nevera. Introducir alimentos calientes eleva la temperatura interna del frigorífico y puede afectar a otros productos almacenados.
  • Organiza los alimentos adecuadamente.
    Las zonas más frías de la nevera suelen ser las que pegan con la parte trasera del aparato, por lo que es recomendable colocar al fondo de las baldas los productos más perecederos, como carnes y lácteos. Los alimentos menos delicados pueden ir en las baldas superiores o en los compartimentos de la puerta.
  • Verifica la temperatura regularmente.
    Usa un termómetro para comprobar que la nevera y el congelador estén funcionando dentro de los rangos recomendados.
  • Cierra bien la puerta.
    Asegúrate de que la puerta quede completamente cerrada después de usarla. Un mal cierre puede hacer que la temperatura interna aumente rápidamente.
  • Evita almacenar demasiados alimentos.
    Es importante que la nevera no esté vacía, pero también es fundamental no sobrecargarla para permitir una circulación de aire adecuada.

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