Historia y evolución de nuestra marca
De una marca de lubricantes a una Compañía global
Repsol ha evolucionado en su identidad con el paso de los años. Desde nuestros orígenes como marca de un producto de éxito hasta la creación de una Compañía global con un nombre que nos representa en todo el mundo.
Englobamos en una misma identidad visual la claridad y la diferenciación
Tras la creación en 1987 de Repsol, como Compañía centrada en las actividades de exploración, producción, transporte y refino de petróleo y gas, llega el momento de crear una identidad más clara que se puede diferenciar y recordar con facilidad. Nace en un entorno de mercado caracterizado por la oferta de productos genéricos en los que la calidad no es un factor de elección, los precios son fijados sin diferenciación por marcas y hay escasez de puntos de venta.
El diseño de la nueva marca Repsol corrió a cargo de Wolff Olins, consultoría de prestigio dedicada a crear marcas con alto impacto social positivo. En este caso, tenía la complicada tarea de englobar distintos negocios que conformaban el mismo Grupo.
En 1997, tras casi 10 años conservando la misma identidad visual, los cambios en los mercados nos hacen tomar la decisión de buscar una evolución. El objetivo de la nueva marca sería alcanzar un concepto gráfico más actualizado, manteniendo el posicionamiento, la representación y la integración de nuestra diversidad.
Se respetan los elementos más identificables de la marca anterior, aunque se introducen cambios: la luna desaparece, la línea del horizonte se reduce, las líneas se hacen más puras y estilizadas. El resto de líneas se trazan más geométricas que en la marca anterior. Los resultados mantienen la esencia de la identidad de Repsol, depurando el logotipo y añadiendo modernidad que permita mantenerla en el futuro.