Una de las mayores empresas energéticas, presente en toda la cadena de valor: exploración y producción, transformación, desarrollo y comercialización de energía eficiente, sostenible y competitiva.
En Repsol, trabajamos con un objetivo común: ser una empresa global que busca el bienestar de las personas y se anticipa en la construcción de un futuro mejor a través del desarrollo de energías inteligentes.
Somos una compañía energética con un modelo de negocio integrado que está presente en toda la cadena de valor del petróleo y gas: Exploración y Producción, Refino, Química y Marketing.
Las personas que forman nuestro equipo son nuestro mayor valor diferencial para asegurar el futuro de la compañía. Un equipo flexible y comprometido, con más de 24.000 empleados, unidos por una visión y unos valores comunes.
Nuestro plan garantiza la resiliencia de Repsol y su capacidad de creación de valor en cualquier escenario, a través de la eficiencia y la gestión activa del portfolio.
Nuestras instalaciones son el reflejo de nuestros valores y cultura. Edificios inteligentes que promueven la comunicación fluida y la transparencia entre un equipo más eficiente y polivalente en su trabajo.
Nuestra marca refleja la gestión eficiente, moderna, responsable y transparente que caracteriza a nuestra compañía. Además, traslada nuestros valores y genera confianza.
Ocho décadas de historia como una compañía global e integrada que busca suministrar energía a la sociedad para cubrir las necesidades de las personas.
En Repsol, velamos por la integridad de las relaciones que la Compañía mantiene con sus proveedores y contratistas. Nuestros proveedores son parte del equipo y el trabajo conjunto nos permite evolucionar constantemente.
Buscamos energía con la que cubrir las necesidades de las personas y asegurar su bienestar. Nos anticipamos al futuro con una actividad diversificada y sólida.
Nuestra prioridad es minimizar los impactos ambientales generados por el desarrollo de nuestra actividad, optimizando la gestión del agua, las emisiones al aire, la gestión de los residuos, la prevención y respuesta ante derrames y considerando la biodiversidad como un elemento clave.
Trabajamos para ser parte de la solución al cambio climático. Nuestro reto es dar respuesta a la demanda de energía de forma responsable y sostenible.
Todas y cada una de nuestras decisiones buscan garantizar la seguridad de trabajadores, clientes, usuarios y proveedores. Creemos firmemente que todos los accidentes se pueden evitar y desarrollamos mecanismos de prevención en continua mejora.
Todas y cada una de las actuaciones de las personas que forman Repsol construyen el presente y el futuro de la Compañía. Por eso, formamos a nuestros empleados en los valores que deben regir su conducta, y comunicamos todas nuestras actuaciones de forma veraz, clara y contrastable.
Nos comprometemos a gestionar nuestros asuntos fiscales aplicando buenas prácticas tributarias y actuando con transparencia, a pagar nuestros impuestos y a promover relaciones cooperativas con los gobiernos, tratando de evitar riesgos y conflictos innecesarios.
Evitamos que nuestras actividades tengan consecuencias negativas sobre los derechos humanos y, si se producen, hacemos lo posible por repararlos. Ponemos todos los medios a nuestro alcance para prevenir impactos directamente relacionados con las actividades de nuestras relaciones comerciales.
Apostamos por la formación, conciliación y beneficios sociales que se traducen en un alto porcentaje de retención de talento.
Cada año renovamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y dibujamos planes por centro operativo, corporación y país.
La sostenibilidad es una pieza clave en nuestra visión de futuro y un compromiso compartido por todos los que formamos Repsol.
La evolución del ser humano es la búsqueda de materia y energía para sobrevivir. Nuestra historia en este planeta avanza en paralelo con la historia de la energía.
Global, integrada, sostenible y presente en toda la cadena de valor. Estas son algunas de las características que hacen de nuestra empresa un valor atractivo.
Documentos de interés para seguir la rentabilidad de la Compañía y las acciones realizadas en materia de sostenibilidad.
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Español ES
La historia de nuestra marca se inicia en 1951, cuando la empresa Repesa lanza una nueva gama de lubricantes denominada Repsol, que pronto se convierte en una de las marcas más populares de España. Como logotipo se adopta la letra inicial de este producto, la R de Repsol, lo que ayuda a que la marca sea rápidamente reconocida, aceptada y elegida por el consumidor.
A su consolidación como principal marca del país contribuye su participación en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, que en esa época ya es utilizado como banco de pruebas por las grandes multinacionales del sector. El dominio español en motociclismo de la época con el piloto Ángel Nieto a la cabeza, supuso la consolidación de Repsol como principal marca de España.
Tras la creación en 1987 de Repsol, como Compañía centrada en las actividades de exploración, producción, transporte y refino de petróleo y gas, llega el momento de crear una identidad más clara que se puede diferenciar y recordar con facilidad. Nace en un entorno de mercado caracterizado por la oferta de productos genéricos en los que la calidad no es un factor de elección, los precios son fijados sin diferenciación por marcas y hay escasez de puntos de venta.
El diseño de la nueva marca Repsol corrió a cargo de Wolff Olins, consultoría de prestigio dedicada a crear marcas con alto impacto social positivo. En este caso, tenía la complicada tarea de englobar distintos negocios que conformaban el mismo Grupo.
En 1997, tras casi 10 años conservando la misma identidad visual, los cambios en los mercados nos hacen tomar la decisión de buscar una evolución. El objetivo de la nueva marca sería alcanzar un concepto gráfico más actualizado, manteniendo el posicionamiento, la representación y la integración de nuestra diversidad.
Se respetan los elementos más identificables de la marca anterior, aunque se introducen cambios: la luna desaparece, la línea del horizonte se reduce, las líneas se hacen más puras y estilizadas. El resto de líneas se trazan más geométricas que en la marca anterior. Los resultados mantienen la esencia de la identidad de Repsol, depurando el logotipo y añadiendo modernidad que permita mantenerla en el futuro.
En 2012 se produce la última evolución de nuestra identidad visual hasta la fecha. Refrescamos nuestra marca para que adquiera una dimensión vibrante y actual. El refuerzo de esta identidad también renueva la visión de futuro que transmite los valores de Compañía: transparencia, equipo y responsabilidad con la contribución del suministro energético del mañana.
En definitiva, en Repsol contamos hoy con una marca fuerte, responsable y orientada a las personas, que transmite una comunicación veraz adaptada al entorno, que se compromete con el futuro sin olvidar su pasado.