Del mismo modo, las acciones de employer branding también contribuyen a la retención de los empleados actuales que, a través de las estrategias adecuadas, se sienten valorados y comprometidos con una empresa que se preocupa por su bienestar y desarrollo. De hecho, la retención de talento es más rentable que reclutar y capacitar a nuevos empleados. En este sentido, una estrategia de employer branding eficaz puede reducir la rotación de personal y, por lo tanto, los costes laborales asociados con la contratación y la capacitación de nuevos empleados.
El aumento de la motivación -o, lo que es lo mismo, ser capaces de animar a los empleados a dar lo mejor de sí mismos- ocupa un lugar destacado entre las ventajas de aplicar estrategias de employer branding. Los empleados comprometidos y satisfechos tienden a ser más productivos y ofrecen un mejor rendimiento lo que también revierte en un buen clima laboral de compañerismo, implicación y responsabilidad.