Transición energética

Un mundo con menos emisiones y más energía

La transición energética va más allá de un cambio hacia una economía descarbonizada, basada en fuentes de energía renovables.

Tiempo de lectura: 4 min

En 2015, todos los países alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático, el Acuerdo de París. La aplicación de este acuerdo requiere de una transición energética hacia un modelo más sostenible, basado en la economía circular, la eficiencia energética, la integración de las energías renovables, el uso de los combustibles sintéticos y la electrificación de la movilidad.

¿Qué es la transición energética?

La transición energética es el conjunto de cambios en los modelos de producción, distribución y consumo de la energía para evitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

El principal causante del cambio climático es el efecto invernadero. Determinados gases presentes en la atmósfera retienen parte de la radiación térmica emitida por la superficie terrestre, provocando el calentamiento global.

Muchos de esos gases de efecto invernadero están presentes de forma natural; sin embargo, la actividad humana ha provocado que aumente la concentración de algunos de ellos en la atmósfera, sobre todo el dióxido de carbono (CO₂). El objetivo de este cambio es transformar el sistema energético, potenciando las energías renovables, la economía circular y otras formas de reducción de emisiones.

Este movimiento Implica concienciar sobre el consumo responsable y sostenible de la energía, así como establecer pautas de eficiencia energética a través de la electrificación y digitalización de todos los procesos y sectores de la economía.

Las claves para lograr la descarbonización

El cambio hacia un modelo de producción de energía más sostenible no consiste en el abandono de las fuentes fósiles, indispensables en ámbitos tan relevantes como el transporte aéreo o la industria naval. Así, entre las acciones que contemplan la transición energética se encuentran las siguientes:

Reducción de emisiones GEI

Promover el uso de nuevos combustibles más sostenibles como los combustibles sintéticos o los biocombustibles avanzados.

Uso de energías renovables

Impulsar la generación eléctrica de bajo carbono y fomentar la electrificación de los principales sectores de la economía.

Mejora la eficiencia energética

Tanto de las empresas, como de la sociedad, y fomentar la reducción de su huella de carbono.

Lideramos la transición energética

Nuestro objetivo: cero emisiones netas en 2050.

Para alcanzarlo contamos con una exigente hoja de ruta con objetivos intermedios.

Marcará la transformación en los próximos años.

Supondrá una aceleración en nuestra apuesta por la multienergía.

Conoce nuestras palancas

Principales beneficios de la transición energética

La transición energética no solo se trata de enfrentar los desafíos del cambio climático, sino que también ofrece oportunidades para un futuro más sostenible, resiliente y próspero en diversos aspectos. Podemos señalar los siguientes:

Beneficios ambientales

Reducción del efecto invernadero: Al adoptar fuentes de energía renovable, se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a combatir el cambio climático.
Seguridad Energética: La dependencia de combustibles fósiles importados puede ser riesgosa. Las energías renovables, como la solar y eólica, permiten a los países depender menos de las importaciones y tener un suministro de energía más estable y seguro.
Sostenibilidad: A diferencia de los combustibles fósiles que son finitos, las fuentes de energía renovable son inagotables a escalas humanas.
Mejora de la calidad del aire: Aparte de las emisiones de carbono, los combustibles fósiles pueden liberar otros contaminantes que afectan la calidad del aire y del agua. Las energías renovables generan menos contaminantes.

Beneficios sociales:

Desarrollo Económico: La transición energética puede generar empleo en las industrias de energía renovable, desde la investigación y desarrollo hasta la construcción y mantenimiento.
Innovación Tecnológica: La transición energética impulsa la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias y eficientes.
Resiliencia: Las redes energéticas basadas en múltiples fuentes renovables pueden ser más eficientes frente a eventos extremos o interrupciones.
Cumplimiento de Acuerdos Internacionales: Muchos países han firmado acuerdos para reducir las emisiones de carbono. La transición energética es clave para alcanzar esos objetivos.
Mejora de Salud Pública: Al reducir la contaminación del aire y del agua, se puede esperar una disminución en enfermedades respiratorias y otros problemas de salud relacionados.
Diversificación Energética: Ofrece a los países la oportunidad de diversificar su mix energético, reduciendo la dependencia de una sola fuente.