Cómo mejorar la concentración

Controla tu enfoque, conquista tus metas

La concentración es clave para realizar tareas con eficacia y aprovechar al máximo el tiempo. Con la cantidad de estímulos presentes en el día a día, como dispositivos electrónicos o agendas sobrecargadas, mantener la atención se ha vuelto cada vez más complicado. Reconocer los factores que influyen en esta capacidad permite adoptar hábitos y técnicas que enseñan cómo mejorar la concentración en diferentes contextos, ya sea en el trabajo, los estudios o incluso en las actividades cotidianas.

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¿Qué significa mejorar la concentración?

La concentración depende de múltiples factores relacionados con los hábitos diarios. Saber cómo mejorar la concentración implica identificar y corregir estos factores para lograr conservar la atención de manera sostenida.

  • Dormir lo suficiente: Un descanso nocturno de 7 - 8 horas permite al cerebro recuperar energía, mejorar la memoria y la concentración, y optimizar el rendimiento mental.
  • Seguir una alimentación equilibrada: Consumir alimentos ricos en omega-3 (pescado azul, nueces), antioxidantes (frutas, verduras) y carbohidratos complejos (legumbres, avena) ayuda a mantener un nivel de energía constante.
  • Hidratarse adecuadamente: La deshidratación, incluso en niveles bajos, puede dificultar la capacidad de mantenerse enfocado y aumentar la sensación de fatiga. Beber agua a lo largo del día es esencial para mejorar la atención y la concentración en adultos y en niños.
  • Hacer ejercicio de manera regular: La actividad física mejora la circulación sanguínea y ayuda a reducir el estrés, dos factores clave para optimizar el rendimiento cognitivo. Ejercicios como caminar o practicar yoga fortalecen la capacidad de concentración y aportan mayor claridad.
  • Crear un espacio ordenado y tranquilo: Un lugar limpio, organizado y bien iluminado reduce los estímulos externos. Elementos básicos, como una silla cómoda o una lámpara adecuada, ayudan a mantener la atención.

Cómo mejorar la concentración en el trabajo

La jornada laboral, ya sea en la oficina o desde casa, puede tener interrupciones que dificulten mantener el ritmo. Aprender cómo mejorar la concentración en este entorno ayuda a optimizar el tiempo y aumentar la productividad.

  1. Dividir el tiempo según el tipo de tarea:
    Realizar actividades complejas a primera hora, cuando la mente está más fresca, y dejar tareas más rutinarias para después, mejora el rendimiento y la motivación laboral.
  2. Establecer límites claros con el entorno:
    Comunicar horarios laborales y cerrar la puerta del espacio de trabajo ayuda a reducir interrupciones externas, especialmente en el caso del smart working.
  3. Revisar las herramientas de trabajo:
    Un entorno digital organizado, con aplicaciones cerradas y un calendario claro, favorece la concentración y reduce el tiempo perdido.
  4. Establecer bloques sin interrupciones:
    Definir periodos concretos para realizar tareas sin distracciones, evitando revisar correos o aceptar reuniones, facilita el avance en las actividades y ayuda a concentrarse para trabajar.
  5. Incorporar micropausas:
    Levantarse unos minutos para estirarse o mirar por la ventana permite mantener la energía y evitar la fatiga mental.

 

Cómo aumentar la concentración para estudiar

El estudio, especialmente cuando se extiende a lo largo de varias horas o días, puede ser más eficiente si se aplican estrategias específicas. Conocer cómo mejorar la concentración en el ámbito académico permite aprovechar mejor el tiempo y retener más información.

  1. Definir objetivos claros:
    Dividir el contenido en metas pequeñas, como leer un capítulo o resolver un grupo de ejercicios, ayuda a avanzar de forma ordenada y evita el agobio.
  2. Crear un ritual previo al estudio:
    Organizar los materiales, ordenar el escritorio o realizar unos minutos de respiración profunda prepara la mente para concentrarse y aprovechar las técnicas de concentración.
  3. Adaptar el entorno al tipo de material:
    Un espacio tranquilo, bien iluminado y sin distracciones es lo más adecuado para estudiar teoría, mientras que los trabajos prácticos pueden beneficiarse de un ambiente más dinámico.
  4. Planificar descansos regulares:
    Hacer pausas breves cada 45 - 60 minutos ayuda a despejar la mente y recargar energía, permitiendo sesiones más productivas.
  5. Incorporar repasos frecuentes:
    Dedicar unos minutos al inicio de cada sesión para revisar lo aprendido anteriormente refuerza la memoria y mejora la comprensión.

Aumentar la concentración en niños

La capacidad de concentración en los niños está en desarrollo y requiere estrategias concretas. Enseñarles cómo mejorar la concentración mediante rutinas y juegos educativos fomenta su atención y facilita el aprendizaje en diferentes contextos.

  1. Crear rutinas claras y consistentes:
    Un horario regular para estudiar, jugar y descansar fomenta hábitos que facilitan la concentración.
  2. Establecer metas pequeñas y concretas:
    Dividir tareas grandes en pasos pequeños, como completar una página de deberes, permite mantener la atención sin sentirse abrumados.
  3. Incorporar pausas regulares:
    Los niños necesitan descansos para moverse o jugar entre actividades, lo que les ayuda a mantener la motivación y la atención.
  4. Utilizar juegos educativos:
    Los rompecabezas, laberintos o ejercicios de memoria estimulan su capacidad de atención de manera lúdica.
  5. Reconocer y valorar sus esfuerzos:
    Las recompensas como palabras de ánimo o pequeñas actividades especiales refuerzan su motivación.

 

9 técnicas para mejorar la concentración

Aprender cómo mejorar la concentración no solo depende de buenos hábitos, sino también de la aplicación de métodos específicos. 

  1. Técnica Pomodoro:
    Dividir el tiempo en bloques de 25 minutos de trabajo y 5 minutos de descanso mantiene la mente activa y evita el agotamiento.
  2. Atención plena (mindfulness):
    Los ejercicios de respiración o meditación reducen la dispersión mental y mejoran la capacidad de atención.
  3. Técnicas de visualización:
    Imaginar cómo se completará una tarea con éxito ayuda a mentalizarse y reducir la ansiedad.
  4. Técnicas de repetición espaciada:
    Revisar la información en intervalos definidos refuerza la retención de conocimientos.
  5. Técnica de los 5 sentidos:
    Centrarse en identificar conscientemente algo que se pueda ver, oír, tocar, oler y saborear trae la mente al presente.
  6. Técnica de las prioridades:
    Dividir las tareas por niveles de importancia (alta, media y baja) permite abordar primero lo esencial.
  7. Escuchar sonidos blancos:
    El ruido constante, como el de un ventilador o la lluvia, ayuda a enmascarar distracciones auditivas.
  8. Técnica de registro mental:
    Escribir pensamientos intrusivos en un cuaderno despeja la mente y permite volver a la tarea.
  9. Técnica del descanso activo:
    Realizar estiramientos o caminar durante las pausas renueva la energía y la atención.