Qué es una netiqueta

Normas para la convivencia digital

Plataformas como redes sociales, correos electrónicos o foros online forman parte del día a día de millones de personas. Aunque permiten comunicarse de forma rápida y eficiente, la falta de contexto visual o tonal puede dar lugar a malentendidos. Para evitar estas situaciones, han surgido una serie de códigos que regulan cómo interactuar en estos espacios digitales.

Estos códigos, conocidos como netiqueta, no son normas escritas oficialmente, pero han evolucionado como un acuerdo colectivo para mejorar la convivencia digital. Por ejemplo, evitar escribir en mayúsculas (considerado gritar) y garantizar un tono adecuado en los mensajes son prácticas que contribuyen a preservar el respeto y la cordialidad en las interacciones online.

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¿Qué es la netiqueta?

La netiqueta, o etiqueta en Internet, es el conjunto de normas que regulan el comportamiento adecuado en el ámbito online. Este término combina las palabras "net" (red) y "etiqueta" (buenas maneras), y describe una serie de prácticas enfocadas en promover la convivencia y la comunicación efectiva.

El significado de netiqueta va más allá de la cortesía digital, abarcando principios esenciales como el respeto, la claridad y la protección de la privacidad. Estas normas no tienen carácter oficial, pero su adopción generalizada demuestra su relevancia en cualquier interacción, desde correos electrónicos hasta plataformas como WhatsApp, Instagram o LinkedIn.

¿Para qué sirve la netiqueta?

La netiqueta tiene como objetivo establecer estándares de comunicación que favorezcan un entorno digital más inclusivo, seguro y respetuoso. Sirve para prevenir conflictos, facilitar el entendimiento y fomentar el bienestar emocional de los usuarios, protegiéndolos de experiencias negativas como el ciberacoso o los malentendidos.

¿De dónde surge el concepto de netiqueta? 

El concepto de netiqueta se popularizó en los años 1990, cuando las comunidades digitales empezaron a definir reglas básicas para evitar malentendidos y promover la cooperación. Un punto clave fue la publicación en 1995 de "The Net User Guidelines and Netiquette" (Guía de usuario de la red y netiqueta), escrito por Virginia Shea, una educadora que estableció principios fundamentales como:

  • Respeto mutuo: tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.
  • Claridad en los mensajes: evitar confusiones mediante un lenguaje sencillo y directo.
  • Protección de la privacidad: no compartir información personal o confidencial de terceros.

¿Por qué es importante el uso de las netiquetas?

La netiqueta es fundamental para garantizar el correcto comportamiento en Internet, especialmente entre adolescentes, quienes forman una parte importante de los usuarios digitales. Aplicar estas normas permite no solo una mejor convivencia online, sino también el fortalecimiento de habilidades sociales y valores como la inteligencia emocional y la comunicación asertiva.

Entre las principales razones de su importancia destacan:

  • Prevención de conflictos: Reduce malentendidos y tensiones en las conversaciones online.
  • Fomento del respeto: Facilita la aceptación de diferentes perspectivas y formas de pensar.
  • Protección de la privacidad: Ayuda a mantener la confidencialidad y la seguridad de la información personal.
  • Creación de entornos inclusivos: Promueve la equidad y el entendimiento en comunidades diversas.
  • Mejora de la comunicación profesional: Fortalece la imagen y el impacto de los mensajes en el ámbito laboral.

Las 10 reglas de las netiquetas: ejemplos de un buen comportamiento en Internet

Las normas de netiqueta se reflejan en una serie de comportamientos que promueven el respeto y la claridad en las interacciones online. Algunos ejemplos de netiqueta incluyen:

  1. Respetar el tiempo y el espacio de los demás:
    Antes de enviar mensajes, especialmente en grupos o foros, es importante valorar si el contenido es relevante y aporta valor a la conversación.
    Ejemplo:
    evitar publicar mensajes fuera de tema en un grupo de estudio para no desviar el foco de los participantes.

  2. Escribir de forma clara y concisa:
    Utilizar un lenguaje estructurado y directo facilita la comprensión de los mensajes, evitando malentendidos.
    Ejemplo:
    en un correo profesional, presentar las ideas en párrafos cortos y usar viñetas para destacar los puntos clave.

  3. Evitar el uso de mayúsculas:
    Las palabras en mayúsculas suelen interpretarse como gritos, lo que puede generar incomodidad o malentendidos.
    Ejemplo:
    en lugar de escribir "¡URGENTE!", es preferible optar por "Asunto urgente" para transmitir el mismo mensaje de manera neutral.

  4. Revisar los mensajes antes de enviarlos:
    Comprobar la ortografía, gramática y tono de los mensajes garantiza que la comunicación sea clara y profesional.
    Ejemplo:
    antes de publicar en un foro público, revisar el mensaje para evitar errores que puedan dificultar su comprensión.

  5. Proteger la privacidad ajena:
    Evitar compartir información personal o confidencial de otras personas sin su autorización explícita.
    Ejemplo:
    solicitar permiso antes de publicar imágenes de un evento donde aparezcan otras personas.

  6. Promover un lenguaje inclusivo:
    El uso del lenguaje inclusivo es fundamental para respetar todas las identidades y contribuir a crear un entorno digital más accesible.
    Ejemplo:
    sustituir expresiones como "los usuarios del foro" por "las personas usuarias" o simplemente "quienes participan en el foro” para incluir a todos los miembros. 

  7. No realizar spam:
    Publicar mensajes repetitivos o fuera de contexto puede saturar las conversaciones y molestar a los participantes.
    Ejemplo:
    evitar enviar cadenas de mensajes en grupos que no son relevantes para el tema.

  8. Citar las fuentes de información:
    Reconocer a los autores originales al compartir contenido ajeno refuerza la credibilidad y evita problemas legales.
    Ejemplo:
    al compartir un artículo en un blog, incluir un enlace al contenido original y mencionar al autor.

  9. Practicar la cortesía y el respeto:
    Mantener un tono respetuoso y amable en las interacciones digitales favorece un clima de entendimiento, incluso en situaciones de desacuerdo.
    Ejemplo:
    al expresar un punto de vista diferente en un debate online, hacerlo de forma constructiva y sin descalificar a otras personas.

  10. Denunciar contenidos inapropiados:
    Informar a los moderadores o a la plataforma de contenido ofensivo o perjudicial ayuda a mantener un entorno seguro y respetuoso.
    Ejemplo:
    utilizar las herramientas de denuncia de una red social para señalar comentarios discriminatorios o dañinos.