en la bolsa de Madrid también tienen cabida los criterios ESG

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Nos encontramos en un contexto donde ciudadanos, asociaciones, organizaciones e instituciones compartimos un mismo reto: ponerle solución al cambio climático. Para conseguirlo, una apuesta segura es la implementación de estrategias sostenibles, con el objetivo de preservar y respetar los recursos naturales del planeta. Sabemos que las decisiones de una corporación pueden tener un impacto positivo sobre el entorno y la sociedad en general. Por ello, es importante valorar cada acción de una empresa de una manera holística, es decir, como un todo, y no de manera individual. En este sentido, es conveniente que cada organización comunique su misión, visión y valores y facilite información objetiva y transparente sobre su actividad. 

En este nuevo contexto, los criterios ESG, en inglés ‘Environmental, Social and Governance’, (ambiental, social y de gobernanza) han adquirido una gran relevancia en los últimos años y han dado lugar a la figura del Inversor Socialmente Responsable. Es decir, los factores ambientales, sociales y de buen gobierno son los más valorados por los inversores actuales, más allá de los resultados financieros. No se trata de una moda, sino de la nueva conducta y preocupaciones del accionariado, que apuesta por empresas comprometidas con el medio ambiente, con la sociedad y con las buenas prácticas de gobierno corporativo. 

La primera de ellas engloba por tanto el efecto de la actividad de las empresas en la naturaleza. Las organizaciones no solo deben mitigar los posibles efectos negativos de su actividad, sino que también se les reclama emprender acciones que generen un impacto positivo directo como, por ejemplo, reduciendo la contaminación, la generación de residuos o la emisión de gases de efecto invernadero.

Con la segunda se analizan las relaciones con las comunidades donde la empresa tiene presencia, se evalúa si desde recursos humanos se está promoviendo la igualdad y diversidad entre las plantillas, además de la inclusión social. Estas acciones deben buscar la creación de un espacio saludable, tanto para el capital humano, como para la comunidad local en general.

Para terminar, el último área engloba todos los temas relacionados con el gobierno corporativo de la empresa, su propósito, su cultura, sus procesos de producción y su gestión. Por ejemplo, en esta área, el gobierno corporativo puede llevar a cabo las siguientes tareas: considerar la composición y diversidad del consejo de administración, elaborar un código ético y guía de buenas prácticas, chequear la cadena de suministro para garantizar su cumplimiento, y facilitar información fiscal transparente en sus cuentas y en toda la información pública.

¿Qué oportunidades ofrecen los criterios ESG?

El Banco Mundial emitió en 2008 el primer bono verde de la historia y en tan solo 10 años los criterios ESG movilizaron más de 500.000 millones de dólares por todo el mundo en inversiones sostenibles. Se desarrollaron gran cantidad de proyectos enfocados a energías renovables y eficiencia energética. También provocó grandes avances en materias como movilidad sostenible, agricultura e infraestructuras sostenibles. Y esto no acaba aquí, actualmente esta tendencia se centra en luchar contra los grandes problemas que nos encontramos hoy en día, como son: 

 

  • La lucha contra el cambio climático a través de una reducción de la huella de carbono por parte de las empresas y una mejor utilización de los recursos naturales.
  • Búsqueda de financiación para investigaciones contra el cáncer o el apoyo a los colectivos más vulnerables.
  • Impulso a mejoras en aspectos sociales como la educación, la sanidad, la igualdad, etc. 

 

¿Por qué son importantes los criterios ESG para los inversores?

inversor socialmente renovable que apuesta por la energía solar

Un inversor es cualquier persona que destina un capital a un proyecto o empresa con el objetivo de obtener beneficios. Sin embargo, vemos una tendencia que marca los últimos años en cuestiones de sostenibilidad. Hoy en día, el beneficio económico no es un argumento suficiente a la hora de invertir. 

Los criterios ESG son clave en la decisión de los inversores. Esta filosofía es por la que apuesta el llamado Inversor Socialmente Responsable (ISR). Éste estudia muchas variables más allá del beneficio económico y se preocupa más por el cómo que por el qué. Cómo la empresa va a cumplir con su objetivo y cómo va a repercutir su actividad en el entorno. 

Cuando un inversor busque una organización en la que pueda interesarle invertir, tendrá en cuenta la posición de la empresa y los criterios ESG que toma en consideración. Los inversores actuales, estudian, analizan y seleccionan las organizaciones que piensan en el futuro para hacer una inversión sostenible que garantice el bienestar de todos los agentes a largo plazo. 

Además, según la investigación “Los factores ESG impactan en la relación rentabilidad riesgo” llevada a cabo por el Instituto Español de Analistas Financieros, concluye que “la toma en consideración de aspectos de sostenibilidad mejora la relación rentabilidad-riesgo de las carteras”. Podemos decir que las empresas que integran los criterios ESG y que están más comprometidas con la sociedad, obtienen una mayor rentabilidad y generan un impacto positivo sobre todas las partes implicadas.

Repsol y los criterios ESG

Nuestros inversores apuestan por una inversión socialmente responsable y valoran positivamente nuestra estrategia para ser Cero Emisiones Netas en 2050

El 34,1% de nuestro accionariado institucional se rige por criterios ESG a la hora de tomar sus decisiones y tiene en consideración el impacto social y medioambiental.

Para cuantificarlo, elaboramos un completo informe anual sobre la interacción con los Inversores Socialmente Responsables en temas medioambientales, sociales y de gobernanza. Y compartimos nuestros indicadores de sostenibilidad y gobierno corporativo con transparencia y eficacia. En esta línea, pensamos que el diálogo con los inversores es fundamental para luchar contra el cambio climático dentro del sector.

En Repsol formamos parte de un futuro sostenible. Por ello, organizamos eventos dirigido a nuestros Inversores Socialmente Responsables, donde explicamos cómo vamos a conseguir nuestros objetivos para un futuro descarbonizado. Para ello, ofrecemos información clara y veraz y contamos con la tecnología y la ejecución de proyectos necesarias que nos permitirán ser una compañía Cero Emisiones Netas en 2050.

Además, en 2020 y 2021, figuramos como líderes del sector en el Índice Empresarial de Derechos Humanos (Corporate Human Rights Benchmark), por el logro de los objetivos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

Para hacer todo esto realidad, desarrollamos un amplio abanico de tecnologías innovadoras con el convencimiento de que, para abordar el reto de la descarbonización, todas ellas son necesarias y aportan soluciones al cambio climático. Nos apoyamos en diferentes líneas de acción, como el aumento de nuestra capacidad de generación renovable, el desarrollo de proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable para liderar este mercado en la Península Ibérica, y la apuesta por la producción de combustibles sintéticos de baja o nula huella de carbono para la movilidad. Con la implementación de estas líneas generales conseguiremos nuestro objetivo de Cero Emisiones en 2050, en línea con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Finalmente, fruto de todas nuestras acciones, en 2019 fuimos reconocidos públicamente por Climate Action 100+, por nuestras buenas prácticas de comunicación en materia ESG. En 2020, fuimos incluidos en el índice FTSE TPI Climate Transition Index, el único índice bursátil que se alinea con el Acuerdo de París.